Los medios de izquierdas, encabezados por Público y El País han montado una auténtica campaña de desprestigio contra la Real Academia de la Historia a raíz de la reciente publicación del Diccionario Biográfico Español.
Miembros de la cultura de tinte progresista e incluso la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, se lanzaron contra la Academia y exigieron una rectificación de la obra. El motivo es la biografía de Franco, al que no se cita como dictador y lo que más molesta al diario de Roures, que se le llame "autoritario" y no "totalitario". Igualmente, el diario El País dedica este mismo jueves una doble página para criticar el "falseamiento de la Historia" en esta obra.
Medios y políticos de izquierda se han movilizado rápida y concienzudamente contra la Real Academia y contra el autor de la entrada de Franco, Luis Suárez. Movimientos incluso gubernamentales que exigen a este organismo cambios a pesar de la independencia total con respecto a los poderes públicos de la RAH.
Sin embargo, esta agresiva campaña contrasta con el silencio que muestran estos medios y partidos de izquierdas con las definiciones que hace la Real Academia Española de la Lengua con respecto a regímenes de carácter comunista. Y eso que hace un año saltó la polémica sobre este asunto sin que se escuchasen críticas, sólo el enfado de IU porque alguien relacionase comunismo con totalitarismo.
Nada ha dicho Público ni El País porque en la RAE, en su vigésima edición, se defina comunismo como una "doctrina que propugna una organización social en que los bienes son propiedad común" o como doctrina que "interpreta la historia como lucha de clases regida por el materialismo histórico o dialéctico, que conducirá, tras la dictadura del proletariado, a una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción, de la que haya desaparecido el Estado". Ni Marx lo hubiera definido mejor.
Sin embargo, nada dice la RAE de las dictaduras de Stalin, Mao o Pol Pot y sus millones de muertos. El carácter totalitario no aparece en la definición, aunque tampoco el de autoritario, algo que sí aparece en el Diccionario Biográfico sobre Franco y que es insuficiente para los críticos.
Escudriñando el DRAE se encuentran más sorpresas que dejan en evidencia esta campaña de desprestigio. Consultando la definición de estalinismo se encuentra lo siguiente: "teoría y práctica políticas de Stalin, estadista y revolucionario ruso del siglo XX, consideradas por él como continuación del leninismo". Ni dictador ni totalitario. El dictador de la Unión Soviética que dejó 20 millones de muertos aparece definido como un revolucionario. Tampoco aquí ha habido quejas de la izquierda mediática y política. Lo mismo ocurre con las definiciones de marxismo y leninismo.
Eso sí, la RAE es utilizada como arma cuando interesa. Una de las críticas más severas que se han producido estos días, por ejemplo en Público, es la complaciente definición que se hace del franquismo en la RAE. "Movimiento político y social de tendencia totalitaria, iniciado en España durante la Guerra Civil de 1936-1939, en torno al general Franco, y desarrollado durante los años que ocupó la jefatura del Estado", asegura la Academia, que, sin embargo, se manifiesta con más contundencia aquí que con el estalinismo, por ejemplo.