El Gobierno anunció este viernes la creación y la composición de la Comisión de Expertos que tiene que solucionar el problema que el propio Gobierno ha creado: qué hacer con el Valle de los Caídos.
Tras un prolongado cierre para el que se utilizó como excusa la necesidad de restaurar determinados elementos del Valle de los Caídos y que está suponiendo una importante pérdida económica para Patrimonio Nacional, el Gobierno ha dado un paso más en su camino contra este monumento.
Un paso, además, que llama la atención porque parece abiertamente en contra de lo que este mismo Ejecutivo ha legislado, ya que la Ley de Memoria Histórica dejaba claro el tratamiento que se debía dar al Valle de los Caídos: el de un lugar de culto sin contenido político. Algo que, por cierto, no está reñido con las visitas turísticas, como se puede ver en buena parte de las catedrales españolas.
Una comisión de expertos... de parte
Sin embargo, Zapatero parece empeñado en solucionar un problema que no existía antes de su llegada al poder, cuando el Valle era uno de los monumentos más visitados de Patrimonio Nacional y generaba una buena cantidad de puestos de trabajo.
Así, se ha nombrado una comisión de expertos que han de decidir que se hace con el monumento y cuya composición hemos analizado someramente para descubrir algo que, por otra parte, resulta poco sorprendente atendiendo a la trayectoria del PSOE en este tipo de asuntos: desde ex ministros socialistas a monjes de Montserrat que presumen de nacionalistas catalán o historiadores cuya especialidad es el exilio republicano.
Sorprendentemente la comisión estará presidida por dos catedráticos de derecho, uno de ellos, Pedro José González-Trevijano, de Derecho Constitucional y actualmente rector de la Universidad Rey Juan Carlos. El segundo es todavía más sorprendente, ya que se trata de Virgilio Zapatero, que fuera ministro de Administraciones Públicas durante siete años en los gabinetes de Felipe González.
Virgilio Zapatero (que no tiene relación familiar con el actual presidente del Gobierno) fue también rector de una universidad, la de Alcalá, época en la que se vio envuelto en un escándalo sobre adjudicación de plazas de profesor que llegó a saltar a las páginas de la prensa.
¿Historiadores de parte?
Entre los restantes miembros de la comisión encontramos algunos historiadores, lo que sería desde luego muy lógico, pero cuyo perfil profesional no hace pensar que tendrán un acercamiento neutral al monumento.
Por ejemplo, nos encontramos con el caso de Alicia Alted Vigil, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y entre cuyas especialidades parece destacar el estudio del exilio republicano.
Mucho más llamativo es todavía el caso de Hilari Raguer, monje en la abadía de Montserrat, historiador y un personaje que, además de cargar furibundamente contra la jerarquía de la Iglesia Católica, se ha definido a sí mismo como antifranquista y nacionalista catalán.
Ricard Vinyes Ribas es otro de los historiadores que forma parte de la comisión, desde luego no tenemos elementos de juicio para dudar de la calidad historiográfica de sus trabajos, pero a la luz de su participación en este asunto sí llaman la atención los temas tratados, entre ellos el secuestro de niños durante el régimen franquista o las prisiones del franquismo, sobre las que fue comisario de una exposición en el Museo de Historia de Cataluña.
Por último, en este capítulo de historiadores podemos incluir, aunque no lo sea exactamente, a Francisco Ferrándiz, científico antropólogo que ha tenido una participación destacada en el proceso de exhumaciones de las llamadas fosas del franquismo.
En principio esta podría ser una experiencia que lo cualificase si se pretende exhumar cadáveres de los miles de muertos de la Guerra Civil, si no fuese porque el Gobierno ya constató que es imposible distinguir y por tanto desenterrar los restos de las personas de uno y otro bando enterradas allí.
También filósofos
Dos de los miembros de la comisión son filósofos, el primero de ellos Manuel - Reyes Mate, un hombre que ha desarrollado una interesante labor en el campo de la memoria de la víctimas del Holocausto.
También ha traducido en algunos artículos de prensa, es colaborador habitual de El País, y publicaciones parte de esa reflexión a las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo, lo que le ha llevado a posturas tan controvertidas como comparar a las víctimas del franquismo con las de ETA y defender al juez Garzón y sus procesos.
También desde la filosofía llega a la comisión Amelia Valcarcel, feminista cercana al PSOE (fue consejera del gobierno de Asturias) y que pese a declararse feminista convencida no duda en defender el uso del burka, considerándolo un elemento estético que se puede comparar con los pendientes.
¿Y nadie de derechas?
Sólo dos miembros de la comisión podían ser relacionados a priori con un pensamiento de derechas. El primero de una forma incluso un tanto negativa: el Arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, Fernando Sebastián Aguilar, que en su día generó una importante polémica al comentar como posible opción de voto para los católicos ciertos partidos identificables con la extrema derecha.
Al por entonces obispo de Pamplona y Tudela le prepararon una auténtica encerrona durante las fiestas de San Fermín que quizá le vuelva a la memoria en las reuniones de esta comisión.
Por último, también formará parte del grupo un personaje como Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, parte de la cúpula del PP durante la época de Manuel Fraga que luego ha ido derivando a posiciones más "centristas": fue Premio Sabino Arana (concedido por el PNV) y ha sido durante más de una década tertuliano de la SER, en alegre compañía con Santiago Carrillo.
En resumen y como pueden ver, un conjunto de hombres y mujeres equilibrados y brillantes de cuyo acercamiento absolutamente neutral al Valle de los Caídos no cabe tener... más que muy fundadas dudas.