El ejército estadounidense cuenta con más de 3.000 capellanes que colman las necesidades espirituales y emocionales de los soldados en activo, independientemente de la fe que estos profesan. La mayor parte de los soldados son cristianos, pero también hay algunos judíos y musulmanes, así como budistas. Sorprendentemente, los soldados ateos reclaman capellanes para ellos.
Varios grupos que dicen representar a ateos y a humanistas seculares presionan para que se nombre a un ateo para las capellanías, para dar así voz a "una gran parte de los soldados en activo". Los ateos, además, están desarrollando una campaña para ganar la "aceptación oficial" en el ejército.
El ex capitán de la Armada y presidente de la Asociación de Militares Ateos y Librepensadores, Jason Torpy, dijo en The New York Times que "los capellanes humanistas harían todo lo que los capellanes religiosos hacen, incluyendo grupos de consejo y mantener las creencias de cada soldado". "Pero así como un capellán protestante no puede presidir una ceremonia católica, un humanista no podría realizar una ceremonia religiosa, aunque podría ayudar a organizarla", añade.
Según Torpy, "el humanismo ocupa el mismo papel para los ateos que el cristianismo en los cristianos y el judaísmo en los judíos". El ex militar ha solicitado reunirse con los jefes de los capellanes de cada una de las fuerzas armadas para discutir su propuesta.
Al mismo tiempo, la asociación Militares Ateos y Humanistas Seculares del Fuerte Bragg ha pedido que en la cúpula del Ejército haya un líder ateo y laico.
Además, varios militares ateos subrayan que aunque el proselitismo está prohibido en los capellanes del ejército, las creencias cristianas impregnan la cultura militar.