El anteproyecto de Ley General de Salud pública que será presentado este jueves por Leire Pajín viene salpicado por la polémica incluso antes de su "bautismo oficial", según desvela La Razón. Y es que, en multitud de sectores está provocando recelos que trata de devolver protagonismo en salud pública a manos de Leire Pajín, materia transferida a las comunidades autónomas.
Uno de los puntos más polémicos que le tocará defender a la ministra en Santiago de Compostela es "el papel de los medios de comunicación en la promoción de la salud". En su artículo 59.5 establece que "la autoridad sanitaria podrá prohibir informaciones y anuncios sobre salud emitidos en cualquier medio de comunicación que no se ajusten a criterios de veracidad o que puedan suponer un prejuicio para la salud". Es decir, que Sanidad podrá vetar o censurar las informaciones que no considere adecuadas.
Y esta labor recaerá en un futuro Centro de Evaluación de Políticas e Intervenciones en Salud Pública, creado al efecto. El organismo que será quien de aviso a las publicaciones de aquellas informaciones que no se ajusten a sus criterios.
Ello supone una gran variación respecto a la normativa anterior. Hasta ahora, el ministerio de Leire Pajín, que antes se otorgaba la facultad de "acreditar la calidad de los sitios web que muestren información relacionada con la salud" sino que ha pasado de "acreditar" al veto directo.