Trinidad Jiménez ha apoyado la postura de Zapatero, de justificar la subida de impuestos basándose en el gasto extraordinario que supondrán las vacunas de la gripe A. "Es una razón de peso y no es demagogia en absoluto" ha dicho a El Mundo, "Con la crisis hay menos ingresos y hay que mantener los gastos sociales, por lo tanto nuestro planteamiento es de justicia social".
La ministra continúa instalada en la versión oficial de presentar a España como una economía fuerte y competitiva, a a pesar de que los datos día a día se empeñen en desmentirlo: "La fortaleza de nuestro país nos permite ser optimistas". Se ha mostrado firme, y ha predicho que "Con el tiempo las críticas iniciales se conviertan en alabanzas, porque es una buena decisión".
Por otro lado, ha valorado otros aspectos de la actualidad política, como la reciente salida como diputado de Jordi Sevilla. Trinidad Jiménez ha negado la evidente tensión existente entre el ex ministro y Zapatero, ya que ni siquiera mantuvieron una conversación telefónica con motivo de la renuncia de Sevilla. Jiménez afirma que "estoy segura de que van a poder encontrarse y hablar, porque la relación es cordial", además lanza un mensaje velado a su antiguo compañero: "En política tenemos que acostumbrarnos a que en un determinado momento se ocupa una primera línea y después uno puede contribuir de otra manera".
En lo referido a la polémica del puño en alto en la fiesta de Rodiezmo, Trinidad Jiménez consiera que es una "polémica absurda", aunque confiesa que "yo personalmente no lo he hecho nunca, y Zapatero tampco".
Como ministra de Sanidad, Jiménez también ha confirmado que prohibirá fumar en todos los espacios públicos, en lugares de ocio y restaurantes, una estrategia, que según ha dicho no descarta colocar fotos de órganos enfermos en las cajetillas: "Yo estoy dispuesta a tomar esta y cuantas mediads sean necesarias".