La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha recomendado a la ciudadanía que no consuma carne de caza debido a los altos niveles de plomo (Pb) que esta presenta.
Los efectos tóxicos que el plomo ejerce sobre el organismo son numerosos y bien conocidos, siendo el SNC (Sistema Nervioso Central) el principal órgano diana para su toxicidad. Existen claras evidencias que indican una especial sensibilidad a los efectos neurotóxicos del Pb en niños de corta edad y en el feto. En adultos los efectos cardiovasculares y la nefrotoxicidad se han identificado como efectos críticos.
Recientemente, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó una "opinión" sobre la presencia de plomo en los alimentos, destacando los elevados contenidos de Pb en carne de caza.
Según el informe de AESAN, la información disponible en España respecto al contenido de plomo en carne de caza silvestre y el consumo de dicha carne "es incompleta", pero el contenido medio supera los límites máximos establecidos por la Unión Europea.
El informe cuenta que la fijación de límites específicos para la carne de caza no parece una solución adecuada debido a las grandes diferencias en el contenido en plomo en la carne –incluso dentro de un mismo ejemplar-. Además, el documento reza que el control oficial de dichos alimentos sería "poco efectivo", debido a que la mayor parte de dicha carne se consume directamente por los cazadores y familiares, sin pasar por los canales de distribución habituales para otros alimentos sujetos a regulación.
Para la AESAN, la medida más adecuada consiste en disminuir "en lo posible" la exposición al Pb por esta fuente, mediante recomendaciones específicas de consumo y preparación de los alimentos dirigidas a los grupos de población que consumen este tipo de carne. Además, apuesta por promover la sustitución y/o prohibición de la munición de plomo a favor de otras alternativas existentes.