El estudio de casi 3.800 embarazos ha proporcionado la evidencia más directa y exacta hasta la fecha de que la infección por malaria reduce el crecimiento fetal temprano. El bajo peso al nacer es el factor de riesgo más importante para la mortalidad neonatal en los países en desarrollo. La investigación, publicada en PLos ONE y llevada a cabo en la frontera entre Tailandia y Birmania, pone de relieve la importancia de la prevención del paludismo en el embarazo.
De acuerdo con el World Malaria Report 2011, la malaria mató a unas 655.000 personas en 2010 -la enfermedad la causan parásitos como el Plasmodium falciparum y el Plasmodium vivax, que alcanzan el torrente sanguíneo a través de mosquitos infectados-. La malaria es una de las infecciones parasitarias más comunes que afectan el embarazo.
Estudios anteriores han sugerido que la infección por P. falciparum y P. vivax durante el embarazo reduce el peso al nacer, aunque los síntomas maternos no estén presentes. Sin embargo, estos estudios se han visto obstaculizados por dificultades al estimar la edad gestacional con precisión y diagnosticar en el embarazo temprano.
Ahora, en un estudio llevado a cabo por investigadores de la Unidad de Investigación en Malaria Shoklo, en la frontera entre Tailandia y Birmania, han usado ecografías para proporcionar la primera evidencia directa del efecto de la malaria en el crecimiento fetal -la ecografía prenatal, que es esencial para la datación con precisión el embarazo, está cada vez más disponible en los países en desarrollo-. La tecnología también permite a los médicos o trabajadores formados medir el diámetro de la cabeza del feto -en las infecciones que se producen en el embarazo temprano, los investigadores creen que el tamaño de la cabeza puede ser el indicador más adecuado de la restricción del crecimiento-.
El ultrasonido reveló que el diámetro de la cabeza del feto promedio fue significativamente menor cuando la infección por paludismo ocurría en la primera mitad del embarazo, en comparación con los embarazos no afectados por la malaria. En promedio, las cabezas de los fetos eran un 2% más pequeñas cuando se veían afectados por la malaria.
Sin embargo, aunque un solo episodio de malaria temprana, detectado y bien tratado, tuvo un efecto sobre el tamaño de la cabeza fetal a mitad del primer trimestre, este efecto no fue visto en el parto, lo que sugiere que el tratamiento temprano con medicamentos eficaces puede permitir una recuperación recuperación posterior en el propio embarazo.
"Mediante el uso de una ecografía prenatal, hemos proporcionado evidencia clara de que la infección por malaria afecta al crecimiento de un niño en el vientre materno, incluso cuando la infección se detecta a tiempo y se trata. Esto puede aumentar el riesgo de aborto involuntario y afectar la salud del niño en la edad adulta", explica el doctor Marcus Rijken, primer autor del estudio.
Según recoge Europa Press, el investigador concluye que las "estrategias para prevenir la malaria durante el embarazo se han centrado en la segunda mitad del embarazo, cuando el mayor aumento de peso del feto tiene lugar, pero nuestro estudio sugiere que tenemos que ampliar nuestros esfuerzos para centrarnos también en el primer trimestre, y asegurarnos de que la mujer embarazada conoce los riesgos de la malaria en el embarazo, para poder ofrecerle medicación preventiva".