Las mujeres que utilizan el dispositivo intrauterino anticonceptivo DIU tienen la mitad de riesgo de sufrir un cáncer de cuello de útero, contrariamente a la creencia popular de que este dispositivo aumenta el riesgo de padecer este tumor, según constata un estudio del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y del de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell).
El trabajo epidemiológico, que publica 'The Lancet Oncology', se basa en el estudio de 20.000 mujeres, de las que 2.000 son españolas, fruto del análisis de 10 estudios de casos control de cáncer cervical realizados en ocho países, y 16 estudios de prevalencia del virus del papiloma en mujeres de cuatro continentes.
En declaraciones a Europa Press, el investigador del grupo de Virus y Cáncer del Idibell y del Programa de Investigación en Epidemiología del Cáncer del ICO y líder del estudio, Xavier Castellsagué, el trabajo es "muy sólido" y permite aseverar que las usuarias del DIU reducen el citado riesgo por la respuesta inmunitaria que genera los cambios físicos derivados del dispositivo.
El dispositivo inatrauterino (DIU) es inerte y provoca una inflamación crónica de la mucosa --de carácter estéril-- y una respuesta inmune de larga duración que reduce la progresión de un tumor. La segunda conclusión del trabajo, no menos potente según el investigador, es que el uso del Diu no modifica la probabilidad de contraer la infección del papiloma.
"No existe más riesgo ni menos de contraer una variante del virus del papiloma humano", ha remarcado el científico, quien ha recordado que este dispositivo no protege frente a las infecciones sexuales al no actuar como barrera de las mismas.
Por tanto, el uso del DIU no afectó el riesgo de infección por VPH pero se asocia con un riesgo "significativamente" menor de cáncer de cuello uterino por los dis tipos mayoritarios de cáncer cervical, reduciendo la probabilidad de desarrollar carcinoma de células escamosas en un 44% y el de adenocarcinoma o carcinoma adenoescamoso en un 54%.
El DIU es el contraceptivo reversible más utilizado según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS); en España lo ha utilizado hasta el 13% de la población --unas 1,7 millones de mujeres--, y actualmente lo hacen un 5% --700.000--.