Los ataques infundados desde Alemania, y la más que tardía respuesta del Gobierno español, dejaron al sector hortofrutícola en una situación crítica: 70.000 empleos en riesgo y pérdidas de 51 millones de euros, según cifró el Ejecutivo.
A por el pescado azul, las gambas y las hortalizas de hojas verdes
Ahora, es el propio Gobierno de España el que tira piedras contra el propio tejado del país. Ayer la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomendó a las mujeres en edad fértil, las embarazadas y las que están en periodo de lactancia evitar el consumo de pescados azules grandes, como el pez espada, el tiburón, el atún rojo y el lucio. Extendía su recomendación a los niños menores de tres años y limitar su consumo a 50 gramos por semana a los niños con edades entre los 3 y los 12 años.
El motivo que esgrimen es que el mercurio se acumula en la grasa de estos pescados y las especies más grandes tienen, por lo tanto, más grasa y pueden acumular más cantidad de ese metal, que podría afectar a los consumidores con "organismos más sensibles".
Otras especies subacuáticas que ahora no son recomendables para la AESAN son las gambas, cigalas o carabineros, en concreto sus cabezas, las cabezas de los crustáceos. Quieren limitar su consumo para reducir la exposición de los consumidores al cadmio, un metal que puede causar disfunción renal.
Y si el sector hortofrutícola no estaba suficientemente castigado también alertaron sobre el consumo de hortalizas de hoja verde, como las espinacas o las acelgas.
A pesar de que la ministra, Leire Pajín, tardó poco en intentar tranquilizar a los consumidores asegurando que se pueden comer "con todas las garantías" los alimentos anteriormente señalados, el mensaje lanzado por el organismo ya ha calado.
Exigen a la AESAN una "mejor base científica y objetiva"
El Grupo Balfegó, dedicado a la pesca de atún rojo, ha remitido una carta a la AESAN en la que exige la exclusión del atún rojo de entre las especies que considera potencialmente peligrosas.
Sostiene que hay análisis científicos independientes de 530 muestras de atún rojo, realizado entre 2007 y 2011, que concluyen que sólo siete presentaron un nivel de mercurio "levemente superior al permitido". La compañía también esgrime que, según los resultados del informe del IEO de 2003 sobre presencia de arsénico y metales pesado en pescados y mariscos de interés comercial, del total de muestras de atún rojo analizadas sólo cuatro presentaron niveles de mercurio superiores al máximo permitido.
Balfegó pone a disposición de la AESAN toda esta información "para que las recomendaciones que formule su organismo tengan una mejor base científica y objetiva".
El PP, por su parte, ya ha exigido a la ministra de Sanidad que presente en el Congreso los informes científico-técnicos, si existiesen, que avalan las recomendaciones vertidas para reducir el consumo de esos productos.