El secretario de Estado de la UE, Diego López Garrido, ha hablado en Berlín de la crisis para descartar que su Ejecutivo vaya a actuar contra Alemania por las declaraciones de la consejera de Hamburgo, que culpó a los pepinos de españoles del brote mortal de E.coli.
La explicación de Garrido, en declaraciones recogidas por ABC, es que "Alemania es consciente de que sus declaraciones causaron un daño enorme". El Gobierno español, apunta, prefiere "mirar hacia adelante".
El español llegó a justificar el alarmismo de Alemania. Alegó que en una situación de crisis "se puede hacer recomendaciones de determinados usos a la población". Sí admitió que las declaraciones de la consejera fueron "desafortunadas" pero insistió en que el gobierno de Angela Merkel es consciente del daño causado y ahora toca "trabajar juntos por la pronta solución de esta crisis". "Entiendo que Alemania ha rectificado y no realizará más declaraciones de este tipo", reiteró.
López Garrido también negó que hubiera estado en los planes del Gobierno emprender acciones legales contra Alemania. Sin embargo, el vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba declaró en el momento álgido de la crisis que no se descartaban.