Los contagios se registraron entre noviembre de 2009 y enero de 2010. En ese periodo se detectó un incremento de los casos de hepatitis A, una enfermedad contagiosa prácticamente erradicada de occidente pero que aún persiste en África y Asia. Ahora, una investigación revela que todo se debió a una partida contaminada de tomate seco procedente de Turquía, según informa Le Figaro.
Los investigadores interrogaron a los pacientes y todos ellos tenían en común que frecuentaban una cadena de restaurantes de comida rápida. Los análisis determinaron que la causa del contagio estaba en una partida de 8,5 toneladas de tomate.