A la presentación del edificio, de más de 7.600 metros cuadrados y situado en una parcela de 6.000, acudieron la arquitecta Benedetta Tagliabue y el cineasta Bigas Luna, además de María Tena, comisaria general de España en la Expo de Shanghai.
“Quisimos volver a un material casi olvidado para ver qué aplicación puede tener en la arquitectura a gran escala”, dijo Tagliabue, para añadir que con el mimbre hablan “de la artesanía de los materiales naturales y de reinventar algo cada vez más cercano a la naturaleza humana”.
Para la estructura se utilizaron 8.500 placas de mimbre, todas ellas elaboradas en la provincia china de Shandong, que fueron sometidas a un tratamiento especial para disminuir el riesgo de que se produzcan incendios, debido a las altas temperaturas en verano en Shanghai o a los riesgos que implican la alta afición por fumar que tienen los chinos.
El pabellón español es una combinación de lo tradicional y lo artesanal, junto a la innovación científica y tecnológica que suponen la compleja estructura de acero y cristal, y que los organizadores apuntan como “uno de los pabellones más destacados por su diseño”, junto al de Reino Unido, Emiratos Árabes y Singapur.
Con un coste total de 55 millones de euros, 11 menos de los que se habían destinado en un principio, espera acoger unas 30.000 personas diarias, lo que supondría más de 5 millones de visitantes en total.
Propuesta de Vigas Luna
El jueves se desveló parte del contenido de la Expo, la propuesta del cineasta Vigas Luna en la que trasladará al público chino en una cueva a las calles de Pamplona en plenos San Fermines, la Mezquita de Córdoba o la catedral de Santiago de Compostela, junto a la coreografía de Aída Gómez.
El visitante, en un circuito de unos 20 minutos, recorrerá también una sala con la obra de Basilio Martín Patino que ofrece una mirada personal del inmediato pasado y el presente de las ciudades españolas, bajo los sonidos del Retablo del Maese Pedro, de Manuel de Falla.
En la última sala es el turno de la directora de cine Isabel Coixet, quien hace una propuesta del futuro personificada en Miguelín, el bebé del pabellón de España, que soñará junto con los visitantes sobre el tipo de ciudad que queremos construir y habitar.
En el programa español también hay hueco para la gastronomía de la mano del programa “Pasión española”, que traerá 48 estrellas Michelín, y del chef Pedro Larumbe, que está a cargo del bar de tapas del pabellón.
Además, España tiene un día de honor en la Expo, el 30 de agosto, y cada comunidad autónoma tiene su día correspondiente dentro de su semana de honor. Todas las comunidades autónomas han decidido apostar por su presencia en Shanghai, a excepción de Murcia y Baleares, y Ceuta y Melilla.
Además, en la primera ocasión que las ciudades tienen cabida en una Expo, y España contará con la representación de Barcelona, Madrid y Bilbao en los seis meses que dura el acontecimiento. El hilo conductor que eligió la capital económica china es hacer las ciudades más habitables, ya que según la ONU en 2010, la población urbana alcanzará el 55 por ciento de la población mundial, frente al 2 por ciento que representaba en el año 1800.
Comienza el 1 de mayo
España ya participó anteriormente en otras Exposiciones Universales como la de Sevilla, España (1992), la de Hannover, Alemania (2000) y la de Aichi, Japón (2005), además de la Exposición Internacional de Zaragoza en 2008.
En la cita que comienza el próximo 1 de mayo están representados 190 países, de los que sólo 42 de ellos tienen pabellón propio; como es el caso de Estados Unidos, que tardó en confirmar su presencia porque no encontraba los fondos necesarios para pagar su pabellón.
Se trata del único país cuya legislación prohibe de forma explícita que el Gobierno destine dinero para cubrir este gasto y en el se podrá ver un cortometraje de ocho minutos con las últimas novedades del cine en cuatro dimensiones con efectos como viento y lluvia reales.
Los organizadores aseguran que la enorme pirámide invertida roja de China, conocida como La Corona de Oriente, recibirá alrededor de 50.000 al día y para poder acceder a él habrá 200 máquinas para hacer reservas.
Pero pese al optimismo de los responsables del pabellón español, según un estudio de mercado divulgado en enero por Millward Brown-ACSR y Ogilvy, sólo el 9 por ciento de los chinos que acudan a la Expo tienen intención de ver el pabellón de España.
Los pabellones más populares son los de Estados Unidos, que quieren visitar un 48 por ciento de los encuestados, seguido de Francia (38 por ciento), Reino Unido y Japón (32 por ciento) y Corea del Sur (28 por ciento).
La Expo tiene una superficie 20 veces superior a la de la Expo de Zaragoza y se esperan 70 millones de visitantes, superando así al actual el récord de visitantes, que se sitúa en los 64 millones que tuvo la de Osaka en 1970.
COSTE DE 55 MILLONES DE EUROS
Un "gran cesto" español tratará de sorprender en la Expo de Shanghai
España presentó el jueves en Shanghai su gran pabellón cubierto de placas de mimbre para la Exposición Universal más grande de la historia que comienza en menos de un mes en China.
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