La UNCTAD ha revelado, en sus estimaciones del año pasado, que los flujos mundiales de la inversión extranjera directa bajaron el 38,7%, descenso que en el caso de los países desarrollados se situó en el 41,2%.
Esta caída en las economías punteras responde, según la Conferencia, a la suma del recorte del beneficio de las empresas, que reduce la reinversión, con la reubicación de los créditos de filiales extranjeras en sus países de origen.
En Europa, a pesar de la media del 27,9% en la Unión Europea, ha habido países cuya caída de inversión ha sido mayor a la española. En Reino Unido, este tipo de inversión ha descendido un 92,7%, mientras que en Italia ha caído un 75,5%. Por su parte, en Francia ha bajado un 35,5% y en Alemania, un 40,7%.
Los flujos de la inversión directa extranjera como consecuencia de fusiones y adquisiciones entre distintos países han bajado en España en 2009 un 6,6%, al pasar de un tráfico por estas operaciones de 31.500 millones de dólares (21.735 millones de euros) el pasado año, frente a 33.700 millones de dólares (23.250 millones de euros) en 2008.
No obstante, este organismo de la ONU augura un "modesto repunte" en 2010 para este tipo de inversión, gracias a la mejora de las condiciones de inversión en muchos países.