Esta ayuda fue incluida a instancias de CiU, con el voto en contra del PSOE y de IU-IC -más las abstenciones de BNG y Nafarroa Bai- en la ley que regula la protección por cese de actividad de los autónomos y es independiente de las prestaciones contributivas que regula la norma y que los trabajadores por cuenta propia empezarán a percibir a partir de 2011.
Aunque el PNV apoyó la creación de la nueva ayuda con sus votos en el Pleno del Congreso hace una semana, el portavoz de Trabajo de los nacionalistas vascos, Emilio Olabarria, aseguró ayer durante la Ponencia que se trata de un "error" que perjudicará a las mutuas al tener que financiarla, ya que tal y como está redactada la ley no obliga al Ministerio de Trabajo a hacer aportaciones.
Aunque los socialistas cuentan con respaldos suficientes para derogar las ayudas, la negociación que mantiene con todos los grupos para alcanzar un acuerdo para la reforma laboral, ante los que han presentado diecisiete enmiendas transaccionales, ha hecho que el PSOE quiera acercarse en esta cuestión al PP, con el que se reunirá a lo largo de este miércoles.
Los socialistas que la ayuda es "contradictoria" con el nuevo sistema de prestaciones contributivas creado por la nueva ley e incluso lo pone "en riesgo". Fuentes del PSOE explicaron a Europa Press que los autónomos podrían preferir recibir las ayudas de 425 euros antes que cotizar para costear la prestación por cese de actividad, cuya duración es entre dos meses y un año, con un importe mínimo de 584 euros mensuales. No obstante, para disfrutar seis meses de esta prestación, estarían obligados a cotizar entre 36 y 42 meses.
Causas de despido
Por otro lado, en la ronda de contactos que ha mantenido con la oposición a lo largo de la mañana, y que continuará por la tarde, ha quedado claro que el PSOE no está dispuesto a modificar su propuesta sobre las causas que permiten acogerse al despido objetivo por causas económicas con 20 días de indemnización, que incluyen los supuestos de existencia de pérdidas, una disminución "relevante" de beneficios, así como una "falta permanente de liquidez".
Además, los socialistas han constatado que está en minoría ante el resto de grupos en relación a modificar las consideraciones que justifican el despido por motivos de absentismo laboral, una cuestión que el Gobierno no quería abordar en esta reforma.
Así, la ley fija el límite en el 20% de las jornadas hábiles durante dos meses consecutivos, o el 25% a lo largo de cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de un año, si bien se precisa que en ambos supuestos, el absentismo global de plantilla debe superar el 5%.