Si bien éste es un espacio con vocación de opinión y análisis microeconómico, los acontecimientos del pasado fin de semana nos han superado a todos y merecen una particular reflexión, por las serias implicaciones que tienen para nuestras libertades y las, a mi entender, equivocadas valoraciones que se han hecho por algunas partes.
Todos hemos asistido atónitos a la evolución de los acontecimientos a partir del viernes, 3 de Diciembre de 2010, donde a partir del Consejo de Ministros, y las medidas que allí se toman, se deteriora la situación hasta acabar en una huelga salvaje de controladores de AENA, declaración de estado de alarma, supuestos delitos de sedición y militarización de trabajadores civiles. Un análisis de los hechos nos lleva a concluir que estamos ante la Antología del Disparate, versión siglo XXI, por las siguientes razones:
Disparate Nº 1: los controladores de AENA, en un conflicto laboral de intensidad creciente, optan por la vía de socializar el conflicto, pero por otra parte dejan que les pisen su Convenio Colectivo vía Real Decreto Ley, sin por ello acudir al Tribunal Constitucional, competente en este aspecto.
No contentos con ello, y ante la inminente privatización de AENA, caen en la trampa que les tiende el Gobierno y la empresa, iniciando una huelga salvaje que destruye el poco apoyo social que les quedaba, tras sucesivas acciones de secuestro de pasajeros. Ahora están contra las cuerdas, con la maquinaria del Estado enfrente y miles de afectados preparando las demandas y querellas pertinentes.
Disparate Nº 2: el Gobierno, sabedor de la actual situación de paz social y prosperidad económica, liderazgo y confianza internacional, decide entretener sus horas ociosas en plantear un conflicto a cara de perro con los controladores, echándose al monte con una serie de medidas de, cuando menos, discutible legalidad, y acabando teniendo que decretar el primer Estado de Alarma de nuestra historia democrática.
No contento con ello, la arma en medio de uno de los puentes festivos más importantes del año, con las consecuencias económicas, de imagen y políticas derivadas, ante el asombro del resto del mundo, que si ya sospechaban que éramos una República bananera, ahora ya lo tienen meridianamente claro.
Dada la intensidad de la fiesta, y pensando en la promoción exterior que nos proporciona tan magno evento, decide invitar a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, cómo no, a la Unidad Militar de Emergencias, alias Brigada ZP, que no debe de faltar en ningún desfile que se precie. Como el ambiente mejora, se unen la Fiscalía, plataformas de afectados, tour operadores y compañías aéreas.
Disparate Nº3: los españoles, y con ellos muchos medios de comunicación, que nos caracterizamos por hablar primero y pensar después, pero siempre con la víscera, nos unimos a la verbena, unos por legítimo cabreo, otros por práctica del deporte nacional (que no es el fútbol, es la envidia), y otros por sabe Dios sus intereses.
El asunto es que, lejos de no caldear un ambiente en que ambas partes están en una escalada de amenazas, juego sucio, demostraciones de fuerza y, finalmente, histeria, aportamos nuestro granito de arena mediante presión, circulando informaciones contradictorias o satanizando a según qué partes, en función del padre y de la madre de cada uno. Finalmente, el desastre final que Gobierno y controladores consiguen parir el sábado es celebrado con júbilo y admiración.
Disparate Nº4: resultado del proceso de ¿Negociación? Colectiva, unos controladores aéreos estresados y superados, que se ven venir los expedientes disciplinarios y las notificaciones del Juzgado, que han perdido toda capacidad de comunicar con la sociedad y que, si no regresa el sentido común, van a ser laminados por la maquinaria del Estado. Ambiente ideal para controlar los aviones en que ustedes y yo viajamos.
Del otro lado, un Gobierno cojo, con un presidente ausente, donde cada uno opera por su lado, que ahora está encerrado en una situación que se ha creado él mismo, obligado a mantener el Estado de Alarma y a adoptar una serie de medidas que no quiere acometer, pues cada paso destruye los pocos puentes de negociación que les quedan, y todo ello en medio de un proceso de privatización de la empresa AENA.
Aunque se trate de vender firmeza y resolución en cada rueda de prensa, en realidad saben que están ambas partes en un equilibrio muy precario, donde un paso en falso complicará las cosas todavía más: si los controladores de nuevo se niegan a trabajar, ¿los encarcelamos a todos?, ¿quién operará el tráfico aéreo?, los controladores militares no poseen las homologaciones necesarias, ¿se los pedimos prestados a la UE?, pasado este puente festivo, ¿cuándo estallará el próximo conflicto?.
La madre de todos los disparates: hay días que un país debería de tener derecho a borrar de su memoria, el pasado fin de semana es un buen ejemplo. Hemos visto nacer una nueva doctrina, la Doctrina Chacón-Blanco-Rubalcaba (en adelante Doctrina CBR), que está destinada a revolucionar el mundo jurídico conocido. La Doctrina CBR se fundamenta en crear las condiciones necesarias para el conflicto con un colectivo, para luego invocar la amenaza contra un derecho fundamental, y proceder a militarizar dicho colectivo, sofocando disidencias con la obediencia debida.
Acabamos de descubrir el método que nos permitirá solucionar todos los conflictos sociales y económicos que vamos a tener que enfrentar en España cuando iniciemos el inevitable proceso de ajuste presupuestario que nos reclama el mundo entero. Veamos unos ejemplos ilustrativos:
1.- Es bien conocido los retrasos en los cobros que sufren los abogados españoles que prestan sus servicios en el turno de oficio, retrasos que pueden superar el año. Con el próximo ajuste, es posible que los pagos haya que aplazarlos sine die, lo que provocará que los letrados abandonen dichas listas, puesto que es voluntario.
Doctrina CBR: ¡está en peligro el derecho fundamental a la defensa!, Estado de alarma, el turno de oficio pasa a depender del Ministerio de Defensa, obligatoriedad de prestar servicio en el mismo de modo gratuito para todos los colegiados. Si alguno se revuelve, Código de Justicia Militar. Problema solucionado.
2.- Las oficinas de Farmacia españolas han estado sufriendo en silencio las consecuencias de la mala gestión sanitaria. Los ajustes económicos pueden hacer necesario incrementar el plazo de pago de los medicamentos que dichas oficinas suministran a pacientes del Sistema Público de Salud, puede darse el caso de que dichos plazos sean inasumibles para la tesorería de las oficinas de farmacia, las cuales decidan realizar paros de protesta.
Doctrina CBR: ¡está en peligro el derecho fundamental a la asistencia sanitaria!, Estado de Alarma, las oficinas de Farmacia pasan a depender del Ministerio de Defensa, y los titulares de las oficinas son militarizados, si alguno se revuelve, Código de Justicia Militar. Problema solucionado.
Conclusión
La Doctrina CBR es aplicable a cualquier colectivo (jueces, personal sanitario, enseñanza, autónomos,…), es sencillo, limpio y además, genera empleo, con tanto colectivo a controlar, ya hemos encontrado solución a los 5 millones de parados: juramento, un arma, uniforme, y al fascista que proteste, plomo.
Estos ejemplos no son más que una salvajada jurídica y no deben tomarlos en serio, como lo es la Doctrina CBR, por lo que espero y deseo que los poderes del Estado, que se suponen independientes y contrapeso del Ejecutivo, sepan frenar esta deriva peligrosa y absurda.
Por último, quiero aprovechar estas líneas para desearle una pronta recuperación a nuestro presidente del Gobierno, pues solamente una súbita indisposición puede explicar que haya desaparecido en medio de una de las peores crisis de su Gobierno, ni que se haya dignado firmar tan insigne Decreto Ley, a menos que haya evitado dicha firma, por lo que pudiera pasar.
Les dejo por hoy con esta reflexión y una cita para nuestro presidente:
Partiendo de la nada alcancé las mas altas cimas de la miseria.
Groucho Marx
Sean buenos…si pueden.