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Un testigo declara que vio a "tres personas con unas mochilas" en Santa Eugenia, donde sólo hubo una explosión

Juan Carlos Meco, uno de los viajeros que se encontraba en el tren que explosionó en la estación de Santa Eugenia, reconoció ante el tribunal a uno de los muertos de Leganés, Allekema Lamari, como una de las personas a las que vio aquella mañana en el convoy. Según su testimonio, al entrar al tren se fijó en "tres personas con unas mochilas" que le llamaron la atención por la tonalidad de su piel "oscura pero de un tono rojizo". Sin embargo, en el tren de Santa Eugenia estalló una única bomba y además fue la penúltima en explotar, un minuto antes que la de la calle Téllez. Es pues imposible que a esos tres sospechosos con mochilas que el testigo presenció en el convoy de Santa Eugenia les diera tiempo a colocarlas en Téllez, donde explosionaron cuatro artefactos.

Juan Carlos Meco, uno de los viajeros que se encontraba en el tren que explosionó en la estación de Santa Eugenia, reconoció ante el tribunal a uno de los muertos de Leganés, Allekema Lamari, como una de las personas a las que vio aquella mañana en el convoy. Según su testimonio, al entrar al tren se fijó en "tres personas con unas mochilas" que le llamaron la atención por la tonalidad de su piel "oscura pero de un tono rojizo". Sin embargo, en el tren de Santa Eugenia estalló una única bomba y además fue la penúltima en explotar, un minuto antes que la de la calle Téllez. Es pues imposible que a esos tres sospechosos con mochilas que el testigo presenció en el convoy de Santa Eugenia les diera tiempo a colocarlas en Téllez, donde explosionaron cuatro artefactos.
(Libertad Digital) Juan Carlos Meco, que viajaba en el tren que explosionó el 11 de marzo en la estación de cercanías de Santa Eugenia, reconoció ante el tribunal al supuesto suicida Alekema Lamari como una de las personas a las que vio aquella mañana en el convoy. El testigo explicó que al entrar en el tren vio a "tres personas con unas mochilas" que le llamaron la atención por la tonalidad de su piel "oscura pero de un tono rojizo". Añadió que parecía que los hombres estaban "esperando algo" y "no hacían más que mirar hacia atrás". Meco indicó que los hombres habían dejado las mochilas apoyadas en el asiento del tren y dijo que acabaron por cambiarse de vagón. "Me parecieron árabes, uno de ellos tenía cara de niño", agregó. En el tren de Santa Eugenia sólo estalló una bomba y fue el último en saltar por los aires.
 
A continuación se produjo la declaración de otra de las compañeras sentimentales del acusado Rafa Zouhier. Cristina Martín explicó que tras los atentados Zouhier parecía preocupado y decía que "iban a perseguir moros". También le contó que había "síntomas" en su casa de que se había producido una explosión y que "había que eliminarlos". Se refirió en concreto a un colchón pero la testigo nunca vio que se deshiciera de él. Tampoco sabía si en la casa del acusado había más de uno. En el registro del domicilio, la policía encontró un colchón.
 
Explicó que Zouhier se dedicaba "a las drogas" y que le dijo que trabajaba para la Guardia Civil. En alguna ocasión, esta testigo vio al controlador de Zouhier, el entonces alférez "Víctor". Fue este mismo el que un día le hizo llegar a la mujer una ropa suya que estaba en el conche del acusado. Zouhier estaba desaparecido, explicó, y Víctor le dijo que "se había tenido que ir". 

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