L D (Agencias) Durante un coloquio con víctimas del terrorismo celebrado en Burgos, Díez señaló que como "española" y "militante socialista vasca" se siente en "la obligación" de denunciar la forma de actuar del Gobierno, una actitud que calificó de "peligrosa y una cesión ante el chantaje de la banda terrorista ETA". "Habrá quien nos trate de vender esta decisión con argumentos humanitaristas y habrá quien nos diga que es una decisión valiente. No es humanitarismo, es cobardía. Eso es lo que es", concluyó.
Para Diez, el término con el que se llamaba a De Juana desde el Gobierno era ya equivocado. Para ella, no había ningún enfermo: "Hemos escuchado por boca de dirigentes del PSOE y de responsables del Gobierno cómo se equiparaba una huelga de hambre con una enfermedad; hemos escuchado argumentos a favor de que se sacara al 'enfermo' terrorista del hospital para que se 'curara' en su casa".
La europarlamentaria cree que "no todo vale para evitarse problemas; no todo vale para que nos dejen en paz; no todo vale para no tener que asistir como presidente del Gobierno a ningún funeral. Resistir al chantaje, no doblegarse, defender los principios, no ceder ante las amenazas y las presiones de los terroristas ha sido la constante de todos los gobiernos que han precedido al actual. Todos han cometido errores; pero ninguno tan brutal, tan ignominioso como esta cesión pública al chantaje de los terroristas".
Para ella, la decisión "es legal; pero es profundamente indigna e injusta. Pueden hacerlo; pero no estaban obligados a hacerlo. Frente a quienes pedíamos al Gobierno que no lo hicieran, que resistieran en nuestro nombre, que no cedieran ante ETA, han optado por escuchar a quienes les han animado a que no cabreen más a la bestia". Ante esto, Rosa Díez recomienda lo que hay que hacer: "hablar alto y claro, calificar políticamente las decisiones de este Gobierno y de este PSOE que nos avergüenzan; desenmascarar su actitud; colocarles ante el espejo de lo que están haciendo, mostrarles los límites que han traspasado, el nivel al que han llegado; denunciar las promesas que han incumplido", entre otras muchas cosas.
Termina diciendo que "soy ciudadana española; y militante socialista desde hace más de 30 años. Hoy me siendo doblemente avergonzada y humillada. En esa doble condición sé que tengo el deber de denunciar esta última decisión del Gobierno y del PSOE. Lo hago desde la convicción de que es mi obligación como ciudadana y como socialista".