(Libertad Digital) Si uno no es muy exigente con la carta de vinos, un cubierto sale por unos 200 euros en el restaurante El Bulli. Si además, en vez de propina para el aparcacoches se costea la gasolina de un helicóptero, la comida sale por un pico. Nada de esto parece importar al ministro que prometió su cargo como titular de Industria y hasta Justicia, el ex alcalde de Barcelona Joan Clos.
La noticia llegó este miércoles a través del blog de Salvador Sostres. Luego fue ampliada por e-noticies. Todo sucedió el pasado domingo, el último de la temporada de El Bulli que ya pasa a otros horarios de otoño. En el restaurante de Ferrán Adriá se empieza a comer a la una de la tarde y, teniendo en cuenta que las reservas se hacen con meses, los comensales no se arriesgan a quedarse sin mesa. Según cuenta Sostres, a las tres y media había una mesa que no había empezado a comer. Un matrimonio y una mujer esperaban al cuatro comensal que por fin llegó y en helicóptero. La mujer desparejada que esperaba era la esposa del cuarto comensal, el ministro Clos.
Llegaba de un acto electoral del PSC y parece que la única forma de terminar comiendo en El Bulli era hacer el trayecto en helicóptero. El dato que más podría alarmar era si este sería un nuevo episodio de uso privado de medios públicos. De momento, según e-noticies, la explicación de Industria es que no, que el aparato era de un amigo desinteresado que, por cierto, ni siquiera entró a comer. La misma respuesta se dio desde el Ministerio a Libertad Digital, que el helicóptero utilizado por Clos no pertenecía al Estado, sino que era propiedad de un amigo que se lo había prestado. Además, señalaron que el ex alcalde de Barcelona "es piloto".