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ETA robó un coche en diciembre de 2002 en la misma calle de Avilés donde Trashorras tiene su garaje

Hace unos días Rajoy y Zaplana se negaron a descartar que ETA tuviera alguna relación con el 11-M. Las revelaciones de este jueves de La Nueva España avalan la prudencia de los líderes del PP. En diciembre de 2002, un detenido por la operación "Pipol" –en la que se detuvo a Suárez Trashorras y Toro Castro– informó que había 500 kilos de dinamita escondidos en Avilés para ETA. La misma cantidad que la incautada en la furgoneta-bomba interceptada en Cuenca. Hay más coincidencias.

(Libertad Digital) En julio de 2001, la Policía Nacional detuvo a 23 personas en una operación contra el tráfico de drogas denominada "Pipol". Los agentes se incautaron, además de hachís, de 16 cartuchos de Goma 2 ECO y 94 detonadores. Entre los detenidos estaban Emilio Suárez Trashorras (convertido en confidente, según se ha sabido más tarde), Carlos Toro Castro (su cuñado y posteriormente también confidente policial) y un santanderino afincado en Castrillón y que respondía a las siglas J.I.F.D. y al alias de "Nayo".
 
Aunque parezca mentira, casi tres años después las diligencias del caso se siguen instruyendo en el Juzgado de Instrucción número 1 de Gijón. El sumario sigue abierto y ya acumula doce volúmenes con más de un millar de folios. Algunos de los detenidos en la operación como Trashorras y Castro Toro se convertirían, no se conoce la fecha exacta, en confidentes del inspector jefe de Avilés, Manuel García Rodríguez, según desveló El Mundo.
 
El tal "Nayo", que había sido compinche de Trashorras en otros asuntos, intentó llegar a un acuerdo con la Policía informado sobre unos explosivos que se encontraban escondidos en un monte cercano a Avilés. Su abogado le convenció para que no lo hiciera.
 
Según cuenta este jueves La Nueva España, la información no pasó desapercibida para el abogado madrileño, Carlos Alberto Tejeda, que intentó hacer un trato con la fiscalía de Asturias para que rebajara las penas a dos de sus clientes también detenidos en la operación "Pipol". Los datos de "Nayo" parecían jugosos. Trashorras escondía 500 kilos de dinamita en la zona de Illas. Justo la cantidad que a finales de febrero de 2004 se incautó a ETA en la furgoneta detenida en Cuenca. Sin embargo, según Tejeda, "los agentes contestaron que no iban a registran una montaña". El letrado no consiguió que el fiscal antidroga, José Luis Rebollo, aceptara el trato y sus dos clientes fueron condenados. "Nayo", por su parte, está desaparecido y algunas fuentes citadas por La Nueva España dicen que está escondido en Sudamérica.
 
Pese a que el trato no fructificó, Tejeda decidió reunirse en diciembre de 2002 con el fiscal jefe de Asturias, Rafael Valero Oltra, para ponerle sobre aviso de la situación. "Si informamos al fiscal fue porque sabíamos que la dinamita del zulo de Avilés iba a venderse a ETA, y eso era un asunto muy serio", ha explicado Tejeda al diario astur.
 
El titular del juzgado que lleva el caso, el juez Juan Laborda Cobo, explicó en marzo de 2004 a El Comercio que la procedencia de los explosivos incautados en la operación "Pipol" no fue investigada "porque el hecho delictivo se limitaba a la tenencia de esos explosivos". Por eso, la actuación policial y judicial respecto a los explosivos se redujo a un informe pericial de los TEDAX y a destruir, en noviembre de 2001, la Goma2 ECO incautada para evitar un accidente. Según informó el diario ABC, el no investigar su procedencia causó malentendidos y cierto malestar entre la Policía y la Guardia Civil, ya que es la Benemérita la que tenía las atribuciones sobre los explosivos. Al parecer, hubo un problema de "falta de comunicación" entre ambos cuerpos.
 
En las mismas fechas –finales de 2002– en las que Tejeda informaba a la Fiscalía asturiana de que 500 kilos de dinamita estaban a disposición de ETA en los montes de Avilés, la banda terrorista robaba un coche en Avilés y lo hacía explotar con 35 kilos de explosivos en la plaza de Alfonso XII de Santander. El coche, un Renault 19 gris, fue robado en diciembre de 2002 en la Travesía de la Vidriera . El 19 de junio de 2004, la Guardia Civil registró varios garajes y sótanos próximos al piso de la avenida de Gijón que comunica con la Travesía de la vidriera, donde vivía Emilio Suárez Trashorras y donde también tenía su garaje. La Nueva España recuerda que cuando se produjo el atentado de Santander ya se especuló con que el vehículo se había preparado en Asturias.

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