Si (como piensan los socialistas) la tendencia natural de los seres humanos es tan mala que no resulta seguro permitir la libertad de la gente, ¿cómo es que la tendencia de estos organizadores es siempre tan buena? Frédéric Bastiat



Miembro de la escuela de economistas liberal francesa, o laissez faire, Claude Frédéric Bastiat nació en la ciudad portuaria francesa de Bayona hace 200 años, en 1801. Hijo de un terrateniente y destacado mercader en el comercio con España, quedó huérfano a los nueve años. Comenzó a trabajar en los negocios de su tío, en 1818; y siete años más tarde heredó las fincas de su abuelo, por lo que abandonó su trabajo e inició una vida de hacendado agrícola, que dejaría más tarde para dedicarse, hasta el final de su vida, al estudio de la economía política.

Conocido, quizá injustamente, más como divulgador con talento que como teórico —Joseph Schumpeter lo llama "el más brillante periodista económico que existió jamás"—, sus obras no han dejado de influir en los economistas liberales por sus perspicaces ataques contra el proteccionismo y la firme oposición a la política exterior intervencionista, esto es, a los aranceles y controles estatales. Convencido de la posibilidad de la armonía entre los individuos, los grupos y las naciones a través de los beneficios recíprocos del mercado libre, se le considera como precursor de la Escuela Austriaca, que vería la luz como tal en 1870 con Carl Menger.

Entre sus obras más destacadas están: Sofismas Económicos (1845), una colección de ensayos ingeniosos —que se agotaron rápidamente— sobre el proteccionismo y los controles estatales. Ese mismo año publicó Cobden y la Liga (1845), un homenaje a Cobden y a la Liga Anti Ley del Cereal. La Ley (1850), publicado ya al final de su vida, insistió en que la ley y el gobierno deben limitarse exclusivamente a defender a las personas, la libertad y la propiedad de la gente frente a la violencia; todo lo que vaya más allá de ese papel destruiría la libertad y la prosperidad. Armonías Económicas, su obra magna de economía política. En sus meses finales, escribió lo que vendría a ser su ensayo mejor conocido "Qué se ve y qué no se ve" (incluido en Ensayos Selectos sobre Economía Política). De este ensayo dice Hayek lo siguiente: "Nadie ha enunciado jamás con mayor claridad, la dificultad de una política económica racional y —me gustaría añadir— el argumento decisivo a favor de la libertad económica. Es, en efecto, un texto alrededor del cual podríamos exponer todo un sistema de política económica libertaria".

Tras fundar en 1846 una asociación de librecambio en Burdeos, Bastiat se trasladó a París, donde organizó una asociación nacional defensora del librecambio. Fue secretario general de la misma, así como editor del semanario Le Libre Échange (Libre Comercio).

Fue diputado en la Asamblea Legislativa y dedicó una especial atención a combatir los programas socialistas y comunistas. Dejó igualmente su impronta al convertir, al menos en parte, al hombre que llegaría a ser presidente de la república provisional de 1848, el eminente poeta y orador Alphonse M. L. Lamartine, haciéndole pasar de su anterior socialismo a una (no siempre coherente) posición de laissez-faire.

En las navidades de 1850, enfermo de tuberculosis, Frédéric Bastiat moría en Roma, dejándonos un importante legado intelectual, aprovechado hasta nuestros días por numerosos e importantes economistas.

Vínculos a las obras de Bastiat: —Frédéric Bastiat (1801-1850) —Frédéric Bastiat. Una bibliografía anotada, por Sheldom Richman. Contiene un amplio comentario de las obras de Bastiat con una interesante biografía. También se pueden encontrar otras importantes obras en inglés.

Artículos sobre Bastiat: —Lo que se ve y lo que no se ve, por Brian Summers. —Influencia de Bastiat sobre el libertarismo, por Jacques de Guenin. —Frédéric Bastiat, por Alberto Benegas Lynch.