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VIDA SANA
Alimentos contra la mala circulación: la piña
Una fruta excelente para contrarrestar la retención de líquidos y la mala circulación sanguínea. Ana Díaz

Los que tenemos problemas circulatorios conocemos bien los estragos del calor y los casi inevitables dolores de piernas al llegar el verano. Hoy por hoy el factor genético es inevitable pero si hay otros factores que podemos controlar, entre ellos el sobrepeso, la mala alimentación, el estreñimiento, el sedentarismo o el estrés. Es importante evitar o al menos reducir al mínimo posible, el alcohol, el tabaco y el café, así como la sal y el azúcar. Tampoco deben ingerirse alimentos ricos en grasas saturadas (de origen animal) ni platos demasiado elaborados que sobrecarguen el hígado. Cuanto más simple sea la forma de cocinar, mejor.

Sin ninguna duda, lo primero es la salud, pero además hay que tener en cuenta que la mala circulación y la retención de líquidos son dos de los principales causantes de la celulitis. De nada servirá untarnos todas las cremas del mercado si no cambiamos nuestra alimentación y nuestro estilo de vida. Una vez decidido el cambio, la piña se convierte en uno de nuestros principales aliados.

La piña es una fruta excelente para contrarrestar el estancamiento de líquidos. Contiene bromelina, una enzima de propiedades antiedemosas, antiinflamatorias y digestivas. Además, tiene efectos diuréticos y al ser rica en fibra mejora el tránsito intestinal y favorece la eliminación de toxinas. Al igual que el kiwi, los cítricos, el pimiento crudo, los melones, la coliflor y la patata, la piña es rica en vitamina C, muy importante para las paredes de los vasos sanguíneos y por su función en la formación de colágeno, imprescindible en la reconstrucción de las venas.

Esta refrescante fruta es una importante fuente de azúcares simples. Contiene sacarosa, fructosa y glucosa (22 gr. por cada 100 gr. de piña), lo que la hace poco recomendado en caso de diabetes. También es rica en yodo, indispensable para la glándula tiroides; en magnesio, poderoso protector de las células; en fósforo y calcio, de gran utilidad para las células nerviosas ; así como en hierro y azufre, este último, mineral antiesclerótico. Además, contiene manganeso, que favorece la actividad de las glándulas genitales y ayuda al organismo con la elaboración de hormonas y enzimas. También tiene buena cantidad de potasio, recomendado especialmente para los deportistas. Por si fuera poco, su aporte en grasas es considerablemente reducido (0,2%).

La parte de la piña más utilizada por la medicina natural es el fruto y las hojas. La recomiendan en casos de amenorrea ya que actúa como emenagoga (regulariza las menstruaciones). También para tratar los cólicos nefríticos y hepáticos, trastornos biliares y vómitos, así como insuficiencias de ácidos y jugos pancreáticos, pues tiene la particularidad de estimular la secreción de las enzimas pancreáticas. Por su parte, el jugo de piña desde hace siglos ha sido apreciado por sus propiedades vermífugas (contra los parásitos intestinales). Asimismo, resulta un excelente tónico y exfoliante para el cutis, sólo basta dejarlo actuar unos minutos sobre el rostro.

Cómo elegir una piña
Cuando la piña está madura exhala un intenso aroma. La pulpa debe ceder a una ligera presión del dedo y las hojas de la corona no deben ofrecer demasiada resistencia al arrancarla. Además, la punta de cada escama tiene un tono marrón (aunque la corteza esté de color verde). Para obtener el máximo de sabor se debe guardar a temperatura ambiente.

Aunque la piña sólo madura satisfactoriamente en la planta, se puede conseguir un sabor más dulce si se deja ésta con la corona hacia abajo durante la noche anterior a su ingesta, puesto que el azúcar acumulado en la parte inferior circula por el resto del fruto. Al cortar y pelar la piña hay que tener en cuenta que el mejor sabor es el de la pulpa, ubicada justo debajo de la cáscara, y que la dulzura de la pulpa aumenta en su parte inferior.

La piña se usa en cocina mezclada en ensaladas de frutas, como relleno de aves y cerdo o en ensaladas de pollo, a las que da un sabor muy tropical. En el desayuno puede mezclarse con yogur y cereales, y se puede usar para recubrir pasteles y tartas, para elaborar compotas, mermeladas, etc., lo ideal es comerla fresca en su plena madurez.