Como dice el refrán castellano, "Zapatero a tus zapatos", o sea "cada cual a lo suyo": los políticos a hacer política, los periodistas a informar al respetable, los escritores a escribirse solitos los libros y los "negros", los pobrecitos "negros", a hacer churros, con perdón del gremio de churreros que podrían quedarse sin trabajo. Y es que El nuevo socialismo. La visión de José Luis Rodríguez Zapatero, libro de Temas de Hoy y Planeta DeAgostini en el que Julia Navarro entrevista a José Luis Rodríguez Zapatero es, y nunca mejor dicho, un churro. O al menos eso parece después de un detenido examen:

1./ El libro no es propiamente obra de Julia Navarro, autora de la entrevista a Zapatero que ocupa sólo 109 páginas de las 292 totales.

2./ El equipo de redacción de Europa Press se ha encargado de la parte documental dedicada al socialismo, y sin embargo no aparecen como coautores del libro, excepto en el copyright.

3./ Evidentemente, Zapatero no responde por sí mismo y sin ayuda a la entrevista, que está maquillada o cocinada por un equipo de asesores socialistas, pues hay párrafos enteros basados en otros textos como el de la Resolución política Ciudadanía, libertad y socialismo, resultado de la Conferencia Política que con igual título celebró el PSOE en julio de 2001.

He aquí la demostración empírica:

En la página 55 del libro hablando sobre "La democracia" expone Zapatero ante Julia Navarro: "el socialismo actual ha de explorar cuáles son los mecanismos y prácticas democráticas acordes con los retos que está planteando la nueva realidad".

La resolución política del pasado mes de Julio decía así: "El socialismo actual ha de explorar los mecanismos apropiados para desarrollar una concepción y unas prácticas democráticas acordes con los retos que está planteando la nueva realidad".

Un poco más abajo Zapatero afirmaba en la entrevista: "Los nuevos populismos, la proliferación de proyectos identitarios de base étnica, el florecimiento de actitudes xenófobas e insolidarisas (…) han puesto en duda el territorio de la decisión democrática".

En la resolución se decía sin embargo que "(La democracia) está sometida a los peligros de nuevos populismos, a la proliferación de proyectos identitarios de base étnica, al recrudecimiento de actitudes racistas, xenófobas e insolidarias".

En la página 56 del libro se lee: "El socialismo del siglo XXI quiere construir esta democracia, y liderar la nueva concepción que dentro de unos años será un clásico admitido por todos: una democracia de calidad, mediante una gobernabilidad de múltiples niveles superpuestos de gobierno, controlando democráticamente los ámbitos receptores de la soberanía y promoviendo la integración de aquellos otros descentralizados. No debe haber ámbito público de decisión exento de un marco democrático".

El texto de la Resolución decía: "La democracia de calidad que debe construir el socialismo del siglo XXI ha de ser el horizonte para la necesaria construcción de una gobernabilidad de múltiples niveles superpuestos, desde el global al local. Ha de permitir el control democrático de los ámbitos receptores de soberanía y ha de promover y proporcionar la integración de los descentralizados. No debe haber ámbito público de decisión exento del marco democrático".

Más adelante (en la misma página 56) arguye Zapatero: "La democracia a la que aspiramos debe controlar el poder y exigir cuentas a quienes lo ejercen (…). Una democracia institucional que sea una democracia cívica, en la que los ciudadanos encuentren incentivos para retomar la responsabilidad colectiva de los asuntos públicos".

En la resolución se encuentra así: "Hay que avanzar hacia una democracia en la que se controle el poder y en la que se exija la rendición de cuentas a quienes lo ejercen; (…) —y un poco más adelante— "Una democracia institucional que sea, a la vez, una democracia participativa, en la que los ciudadanos encuentren los incentivos precisos para ejercer sus responsabilidades colectivas".

Dice Zapatero en la entrevista: "debemos garantizar la pluralidad de medios, superar el sesgo gubernamental de los medios públicos y encontrar espacios de confluencia entre los intereses empresariales privados y la lógica de los medios, los requisitos y necesidades de la comunicación política pública" (página 58).

Se puede leer en la Resolución: "proteger la pluralidad de medios, superar el sesgo gubernamental de los públicos, encontrar los espacios de confluencia entre los intereses y la lógica de los medios y los requisitos y las necesidades de la comunicación política pública".

Respuesta de Zapatero a la autora en la página 59 del libro: "nos movemos en un escenario de participación social que viene marcado, fundamentalmente, porque los ciudadanos quieren romper distancias entre gobernantes y gobernados".

La resolución afirmaba: "Nos movemos en un nuevo escenario de participación social que viene marcado, fundamentalmente, porque los ciudadanos quieren romper distancias entre gobernantes y gobernados".

Otro ejemplo (página 60) de Zapatero: "Lo que necesitamos, por tanto, no es la privatización de los servicios públicos, sino la reforma de la administración de los servicios, la transformación de la Administración pública, la creación de unos servicios públicos que den respuesta inmediata, solvente, segura y precisa a las exigencias de la nueva sociedad, más abierta, más dinámica, y mejor formada".

La resolución ya proponía, no obstante: "Una profunda transformación de los servicios públicos. Nuevos servicios públicos, que den respuestas inmediatas, solventes, seguras y precisas a las exigencias de una nueva sociedad más abierta, dinámica, mejor formada (…)".

Zapatero apunta en el libro: "necesitamos una Administración articulada y coordinada en todos los niveles territoriales, que sirva al usuario, que le dé la información que reclama en tiempo real, que actúe con los nuevos métodos y tecnologías" (página 61).

El texto de la Resolución muestra mayor elaboración: "proponemos un nuevo modelo de Administración Pública, articulado y coordinado cooperativamente a todos los niveles territoriales, volcada a satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos, pronta a facilitarles la información que necesitan en tiempo real, dispuesta a apoyar sus iniciativas con instrumentos normativos claros y precisos y con métodos y tecnologías modernas y de calidad".

Otras partes de la entrevista no son exactamente idénticas, y se observa un trabajo más fino con la misma melodía; así expone Zapatero en la página 72: "Creemos también que hacer una contribución positiva al proceso de integración europea es apostar claramente por la vertebración de España. De hecho, nuestro proyecto para la España del siglo XXI va unido, estrechamente, a nuestro proyecto para Europa".

La resolución lo argüía de esta manera: "los socialistas creemos que tener un proyecto para España supone tener un proyecto para Europa. Nuestra vocación fuertemente europeísta, la contribución activa al proceso de integración y construcción de la unidad política de Europa, es apostar, también, por un instrumento que afronte los retos de la globalización, el desarrollo y la vertebración de España".

En el libro, página 90, se lee a Zapatero: "Apuesto por un Estado ágil e innovador con una sociedad fuerte, pero fuerte frente a los poderes particulares y eficaz en el cumplimiento de sus funciones, que garantice unas infraestructuras y unos servicios públicos eficientes y de calidad".

El texto de la Resolución mantenía: "Proponemos un Estado ágil e innovador al servicio de una sociedad fuerte. Un Estado igualmente fuerte frente a los poderes particulares y eficaz en el cumplimiento de sus funciones, que garantice unas infraestructuras y unos servicios públicos eficientes y de calidad".

Existen en el texto, además, respuestas contradictorias evidentes, como por ejemplo (pág. 70) cuando Zapatero responde "No se puede ser europeo y ser vasco o catalán. ¿Por qué? Porque Europa nace gracias a los Estados, sin Estados no hubiera habido Europa, sin ellos la convivencia política no hubiese superado el feudalismo de la Edad Media", y sin embargo cinco páginas más adelante (pág. 75) se despacha con convicción: "Nosostros somos un pueblo de pueblos, y nosotros queremos hacer una Europa de los pueblos, y ésa es una realidad". ¿Pero en qué quedamos? En fin este tipo de ejemplos abundan en la entrevista.

Seguramente se puedan encontrar más morcillas, y otras graves contradicciones terminológicas, basta con que el lector avispado lea con detenimiento el tono y registro idiomático de las respuestas y las compare con cualquier entrevista que el Secretario General del PSOE haya mantenido con cualquier medio informativo. Estamos ante un trabajo de toda la churrería.

Julia Navarro, El nuevo socialismo. La visión de José Luis Rodríguez Zapater,. Temas de Hoy, Planeta DeAgostini, 262 páginas, 2001, 1295 pesetas.