Refrenda la sentencia del 18/98 lo que ya sabíamos: el denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco no es sino el pomposo y criminal nombre de una banda de matarifes, cuya cabeza es la facción de pistola al cinto, ETA. La vesania asesina no es exclusiva del pistolero. Una constelación de grupos da soporte al terror y es la entraña de la bestia. Comentaré algunas posiciones tras la sentencia.
Los partidos separatistas han hecho frente común con la banda, como en el Pacto de Estella. Afirman que se encarcelan ideas, cuando se enchironan miserables que agitan el árbol para ellos mejor recoger las nueces. ¡Y en ello corre la sangre de nuestros muertos! ¿Junto a esta gente reclamaban algunos a la AVT en la última concentración de Madrid? ¿Con quienes atacan la Audiencia Nacional, bastión de la lucha contra el terror? Qué sarcasmo. A esa patulea secesionista legitiman algunos que dicen defender intereses de víctimas, acudiendo a fotografiarse junto a ellos, haciéndoles el caldo gordo bajo razones absurdas que no consiguen tapar tanta indignidad. Para colmo, suelen declarar que a las víctimas no nos interesa la política, que más nos importa la subvención.
También atacan a quienes alzamos nuestra voz ciudadana. Sépanlo: a este hijo de Jesús Ulayar le interesa mucho la política. Nada me interesa más en este momento. Por la imposición de una idea totalitaria asesinaron a mi padre y a tantos más. Mi familia, durante décadas, fue anulada socialmente, acosada, insultada y despreciada por los separatistas al grito de ¡españoles! Aún hoy tenemos que soportar chulerías del asesino, Vicente Nazábal, que descerrajó cinco tiros a nuestro padre y que no ha dado jamás muestra alguna de arrepentimiento. Trabaja en el despacho de Zabaleta, con el que los socialistas no consumaron el pacto de gobierno en Navarra porque la demoscopia monclovita lo desaconsejó de cara a las generales de marzo. ¿Que si me interesa la política? A algunos les interesa más el dinerito. Por suerte, sumados los bienintencionados ingenuos y cuatro listos, son unos pocos de entre todas las víctimas del terrorismo. A la inmensa mayoría nos interesa la política porque somos ciudadanos y no meros objetos de piedad.
Más. Patxi López, es decir, Zapatero, descalificó groseramente el sumario 18/98 ¡en Gara! También tiene dicho en el mismo panfleto que no descartaba llegar a gobernar en el País Vasco con apoyos de ¡Batasuna! Terrible el silencio cómplice de ZP. El mismo para el que la nación, por cuya defensa han asesinado tantos españoles, es concepto discutido y discutible. Lo dijo en sede parlamentaria. Dice ahora la vicepresidenta que esta legislatura el Gobierno ha tenido que soportar infamias. Yo diría que el Gobierno, merecidamente, ha arrostrado la infamia. Ha dividido y crispado a la nación en un momento delicadísimo de su historia. Tras los atentados del 11-M, el Presidente estaba llamado a serlo, más que nunca, de todos los españoles. La situación desaconsejaba aventuras disgregadoras y exigía labor de cohesión, cura y catarsis. Pero no varió el plan. La traición que suponían los contactos con ETA desde al menos 2002 marcaron la agenda y se lanzó al desbaratamiento de la política antiterrorista que llevó a la banda al borde de su desaparición. El resultado es una España dividida, para regocijo de nacionalistas de toda laya, nada domeñados y muy engallados.
Pero la sentencia, pese a las presiones, ha llegado. Conviene recordar que la Fiscalía instó a los fiscales a rebajar las peticiones de penas. En este punto es necesario reconocer la labor de los jueces de la Audiencia y del equipo jurídico de la AVT, única acusación popular, hecho que muchos medios se han empeñado en ocultar, pero que ha sido la que ha posibilitado que los jueces encarcelen las entrañas de la bestia. Una victoria de nuestra nación.
