Parece que el "Ejército de Salvación" de nuestra progresía vuelve a la carga. Esta vez el objetivo de sus liberticidas pretensiones no es el vino, el tabaco, las hamburguesas, la celebración de la Navidad en colegios públicos o la fiesta de los toros. Ahora lo que también pretenden censurar es un calendario erótico protagonizado por las azafatas de la compañía aérea Ryanair como medio de recaudar fondos para una asociación de ayuda permanente a personas con discapacidad.
Los directivos de FACUA –una asociación supuestamente dedicada a la protección de los consumidores– ha denunciado a la compañía aérea ante el Instituto de la Mujer del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, por considerar que esta iniciativa "atenta contra la dignidad de las mujeres trabajadoras en general y las tripulantes de cabina en particular".
Para empezar, la idea del calendario erótico no surge de los directivos de la compañía, sino de las propias auxiliares de vuelo que lo han protagonizado voluntariamente. Y es cada persona, y no estos inquisidores "progres", la soberana y dueña de su pudor y de su dignidad.
Por otra parte, resulta curioso que nada se diga contra los striptease o calendarios eróticos que han protagonizado estudiantes de universidad, futbolistas o bomberos, también con objetivos altruistas, dentro y fuera de nuestras fronteras. ¿Le parece a alguien que Isabel II atentaba contra la "dignidad" de los hombres en general y de los bomberos en particular al respaldar el calendario erótico protagonizado por los miembros de la brigada que custodia su residencia real de Sandringham?
Recordemos también a ese grupo de madres de alumnos de un colegio público de Serradilla del Arroyo, a las que también se les ocurrió posar en un calendario "picante", como medio de recaudar fondos para construir un local de ocio para los niños de la escuela del pueblo. ¿También la libre iniciativa de estas mujeres debía haber sido censurada por atentar a su "dignidad" como madres?
En cualquier caso, esperemos que la ridícula denuncia de los representantes de este nuevo puritanismo progresista no encuentre eco en instancia alguna, aunque con un Gobierno tan liberticida y "metomentodo" como este no ponemos la mano en el fuego.
