El Gobierno Zapatero hizo de la sonrisa, también ante los medios, una de sus marcas de fábrica para diferenciarse de una derecha que se dedica a crispar y que es incapaz de tratar bien no ya al adversario político sino ni siquiera a los periodistas. Como tantas otras cosas, esto no tardó en quedar en evidencia. Uno de los puntos álgidos del trato dispensado a los medios fue la bronca que le echó Magdalena Álvarez a una periodista de la televisión "de todos" (es decir, de los socialistas pero pagada por todos) por hacerle preguntas que la "incomodaban" sobre el "plan Galicia de mier...". Esta semana hemos tenido dos episodios similares. El primero, el del presidente haciendo callar a una periodista que le preguntaba si iba a llamar a consultas al embajador de Venezuela. El segundo, el de la propia Maleni intentando evitar que se grabaran imágenes de la nube de polvo que los periodistas presentes en un viaje inaugural privado con Talgo en lugar de AVE tuvieron que tragar al paso del túnel de Guadarrama.
Este incidente –que se intentó ocultar con la excusa de que "no era noticia" cuando en realidad era la única realmente importante del viaje– pone de manifiesto una vez más las prisas con las que el Gobierno está intentando inaugurar todo lo que pueda antes de fin de año. El AVE a Valladolid comenzará su marcha con sólo uno de los dos túneles de San Pedro terminados, lo que obligará a los trenes a circular por una sola vía en ese tramo; posiblemente el único caso en que eso sucede tratándose de un tren de alta velocidad. Por otro lado, pese a que la llegada a la ciudad castellana se hará en subterráneo, como no estará a tiempo se ha hecho otra obra para que pueda inaugurarse, que será desmantelada después, con el consiguiente despilfarro. Todo para cortar una cinta.
Y, pese a todo, posiblemente sea éste el tren cuyas obras estén más avanzadas. Desde Málaga no paran de llegar quejas por la rotura de los acuíferos del valle de Abdalajís debido a la construcción del túnel del AVE, que están inundando. La solución de Magdalena Álvarez ha consistido en prohibir a los trabajadores que lleven teléfonos móviles con los que grabar los desperfectos. De nuevo, ya que su incompetencia y las prisas de Zapatero por inaugurar impiden hacer bien las cosas, lo que intenta es que no se sepa.
Sin embargo, los responsables de la campaña electoral del PSOE –que son los que parecen haber puesto los plazos para acabar estas obras– hicieron su mayor estropicio en Barcelona, donde han paralizado toda una ciudad obligando a miles de ciudadanos a tener que invertir dos o tres horas más al día en desplazarse para poder trabajar todos los días. Y conociendo los antecedentes del Carmel, se teme por la integridad de la Sagrada Familia, dado que el inseguro túnel transcurre debajo de la obra maestra de Gaudí.
Además, hay que recordar que todos los recorridos del AVE fueron probados durante meses para garantizar la inexistencia de problema alguno. Esperemos que, cuando finalmente sean inaugurados estos recorridos, no los tengan que sufrir los pasajeros.
En definitiva, dados estos logros incontestables en la construcción de las infraestructuras estrella de esta legislatura, lo único que cabe preguntarse es la razón por la que la ministra sigue en su puesto. Casi parece normal que intente acallar a la prensa; es la única manera de que su incompetencia no salga a la luz, demasiado. No queremos ni imaginar cuál podría ser su reacción el día que le pregunte si la "Alta Velocidaz" de la que habla la campaña "Con Z de Zapatero" consiste en ir en un Talgo por túneles inundados o agrietados para acabar tosiendo entre nubes de polvo. Suponemos que exigirá que no se hable del "AVE a Valladolid de mier..."
