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Víctor Llano

Demasiado tarde para engañar a nadie

¿Por qué no le pidieron a Castro que se callara cuando insistió en calificar a un ex presidente español de nazi?

Aun sin saber hasta dónde y hasta cuándo alcanzará la locura de Hugo Chávez, a los cubanos ya les consta que tienen muchísima menos suerte que los venezolanos. Jamás el Rey de España le preguntó a Fidel Castro por qué no se callaba. A pesar de que nos robó e insultó muchísimo más y por mucho más tiempo del que nos podrá robar e insultar el gorila golpista, Castro se morirá sin que un Rey de España le pregunte por qué no se calla. Es más, lejos de preguntarle por qué no se callaba y devolvía lo que nos robó, lo que le dispensó la Corona Española al Monstruo de Birán fueron muchísimos abrazos y muchísimas sonrisas.

Llegan tarde y no irán a ningún sitio las reacciones de Zapatero y del Rey ante los insultos de Hugo Chávez. Como mucho les servirán para mejorar durante un tiempo su imagen en España. Lo que no lograrán es que las víctimas de Castro olviden todos los abrazos y todas las sonrisas que ofrecieron al verdugo padrino del Gorila. ¿Por qué no le pidieron a Castro que se callara cuando insistió en calificar a un ex presidente español de nazi? ¿Por qué no respondieron a su desafío cuando Esteban Dido les amenazó con hacer públicos los datos que guarda en su mochila? ¿Por qué, incumpliendo los acuerdos de la Unión Europea, el Gobierno de España corre a financiar la tiranía que destrozó la vida de cientos de miles de españoles?

Como dicen en Cuba, los castristas le tienen cogida la baja a los gobernantes españoles. Y no desde ahora, desde los primeros fusilamientos de La Cabaña. Este sábado lo hemos vuelto a comprobar. Cuando se produjo el incidente con Chávez, Zapatero se giró hacia Pérez Roque que no por gusto estaba sentado a su derecha. Por lo que se ha podido ver en las imágenes que recogieron la escena, el presidente por accidente le hizo algún comentario al correveidile del tirano. De nada le sirvió. Pérez Roque no le contestó. Es a lo que hemos llegado. A que un cuatrero como Roque le niegue una respuesta al presidente de España.

Probablemente acierta Carlos Alberto Montaner cuando asegura que los herederos de Castro sienten un profundo desprecio por Hugo Chávez. En cualquier caso, está por ver. No lo sabremos hasta que no muera el coma-andante. Lo que ya hemos comprobado es que jamás le despreciarán tanto como desprecian a José Luis Rodríguez Zapatero.

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