El 15 de agosto de 2007 pasará a la historia negra de Venezuela. Durante cinco horas y diez minutos, la noche de ese miércoles, quien comanda al país planteó su propuesta de "reforma" constitucional.
Este agosto negro, con modificaciones a 33 artículos del texto Constitucional, Chávez propuso desdibujar el Estado democrático para transformar, en su esencia, la naturaleza del sistema político, económico y social de Venezuela.
Un punto previo que se debe dejar claro es que esta propuesta de reforma de Chávez es, en sí misma, inconstitucional. Los principios fundamentales de la Constitución sólo pueden ser tocados por una Asamblea Constituyente.
Las propuestas enunciadas por el mandatario trajeron pocas sorpresas, ya que un documento filtrado a la opinión pública había adelantado muchas de ellas. Ahora, Chávez dejó bien claro el rumbo al que quiere dirigir al país.
En esencia, y aunque parezca imposible, concentraría aún más el poder político y económico en el presidente, y se le daría a éste un control casi total en lo social.
- Su "nueva Geometría del Poder" aboliría de facto la descentralización y el poder local sería ejercido a discreción desde el palacio de Miraflores. Los alcaldes y gobernadores serían convidados de piedra subyugados a la orden del mandatario.
- Eliminaría los restos de autonomía del Banco Central de Venezuela, y supeditaría al capricho del mandatario la administración de las reservas de la República.
- La noción de propiedad privada se echaría al basurero de la historia. Todo bien de cualquier tipo podría ser expropiado en cualquier momento por el Ejecutivo aduciendo "utilidad pública" o "interés social", el cual además tendría la potestad de "ocuparlo" de inmediato.
Entre las pocas sorpresas que trajeron los anuncios resaltan:
- La reelección "inmediata" por siete años, en vez de los seis actuales. La presidencia de Chávez ya no sería indefinida ni continua, ¡ahora sería eterna!
- La reducción de la jornada laboral a 6 horas diarias. Hugo Chávez se ha caracterizado por repetir sistemáticamente los fracasos y errores de otros. Este es un ejemplo claro de esta característica del mandatario, pues una medida similar causó estragos a la economía de Francia.
Ahora le toca el turno a la "roja, rojita" Asamblea Nacional de darle palo a la Constitución y a la Democracia. No es de dudar que dentro de tres meses ya estarán aprobadas las reformas propuestas (tal vez con algún cambio cosmético "para lavarse la cara"), por la mano alzada de manera unánime de los parlamentarios.
Salvo algún remoto milagro, Venezuela entrará el 9 de diciembre de 2007 en la órbita de las repúblicas socialistas-totalitarias con un Chávez eternizado en el poder. En el país no se percibe que exista ni un liderazgo opositor con suficiente arraigo popular y credibilidad, ni un poder electoral independiente que pueda evitar la destrucción de la República.