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EDITORIAL

Las patrañas del Gobierno

El hecho de que los acuerdos no llegaran a materializarse por una decisión de la banda criminal no quiere decir que los socialistas no los hubieran firmado. Lo hicieron.

El ministro del Interior, alumno aventajado de Maquiavelo y otros genios de la estrategia política incluso más oscuros, se ha dirigido a las bases de su partido. Ha concedido una entrevista a El Socialista en la que acusa al PP de utilizar el lenguaje de ETA al hablar de "actas" de la negociación del Gobierno con la banda. Y dice que en ellas lo único que hay es "una patraña". ¿Cómo lo sabe Rubalcaba? Será que las conoce bien. Puesto que la banda las irá filtrando a su conveniencia y para contribuir a su propaganda, ¿no debería el Gobierno cortar con esa estrategia publicándolas él mismo? No lo hará jamás, porque mostrarían las mismas "patrañas". Por lo demás, es el propio Gobierno quien le ha concedido a la palabra de ETA el suficiente valor como para negociar con ella.

Pero aunque el Gobierno prefiera compartir secretos con ETA a sincerarse ante los españoles, aunque se oponga a la exigencia del PP, en nombre de muchos ciudadanos, de facilitar las actas, poco a poco vamos sabiendo los detalles de la ominosa negociación, y llegará un momento, seguramente no muy lejano, en que conozcamos todo lo fundamental.

Este domingo la prensa ha dado a conocer dos aspectos de las cesiones del Gobierno a los terroristas. Por un lado la concesión de un sueldo mensual de 1.500 euros por el simple hecho de ser un ex terrorista. Por otro, el órgano del PNV, Deia, ha ofrecido la versión del partido de Imaz del desarrollo de la negociación. Y se ha vuelto a confirmar lo que hemos dicho desde estas páginas en innumerables ocasiones: que Zapatero acordó otorgarle a ETA la autodeterminación y el inicio de la anexión de Navarra.

ETA decidió acabar con todo ello haciendo estallar Barajas. Los socialistas no han tenido empacho en utilizar este acto criminal como argumento de que ellos no cedieron ante la banda y por eso ella se hartó de esperar. Pero el hecho de que los acuerdos no llegaran a materializarse por una decisión de la banda criminal no quiere decir que los socialistas no los hubieran firmado. Lo hicieron.

Y, en el caso de las revelaciones de Deia, recogidas este domingo por ABC, no pueden alegar que todo lo vertido son "patrañas" del entorno de la banda terrorista, porque la fuente en este caso es el PNV, a quien Jesús Eguiguren, en nombre de Zapatero, invitó a participar en las negociaciones a partir de junio del pasado año. Ni las malas artes de Rubalcaba han valido para ocultar la sucia estrategia del Gobierno en la negociación con ETA. A lo más que llegan es a pasear por los medios las fotos de seis terroristas, hoy, como lo podían haber hecho dos semanas antes o dos después.

Las patrañas se contradicen con la verdad de las cosas, y ésta, por los caminos más rectos o más oblicuos, acaba emergiendo antes o después.

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