Rajoy ha dicho: “Mi adversario no es tanto el PSOE como las televisiones. En los próximos meses vamos a ver lo del dóberman multiplicado por tres”. Optimista, casi ingenuo, es Rajoy al identificar a sus adversarios ante las próximas elecciones generales. Ojala sólo fueran los editores de las televisiones sus únicos frentes de debate y crítica. Tiene muchos más y, sobre todo, más próximos, al menos en apariencia, a sus posiciones. Sólo tiene que leer el editorial que le dedica el periódico que lo entrevista, El Mundo, para hacerse cargo de que también este diario lo marcará de cerca y, cuando sea necesario, criticará su actuación sin ningún miramiento, más aún, sin distinguir a la hora de la crítica a la oposición del Gobierno.
Si Rajoy se ve acosado por las televisiones, dice el editorial citado, es por “la errónea política de comunicación del Gobierno del PP.” Sufra, pues, el PP en general, y Rajoy en particular, por sus pecados pasados, insinúa el editorialista, porque esto ya no tiene solución. Las televisiones son las que son, o sea, tienen todo el “derecho” de “El Mundo” para arremeter contra el jefe de la oposición, como si éste fuera el causante de todos los males de la nefasta política informativa que sufrimos todos los españoles. Una especie de “necesidad” de carácter hegeliano-marxista, algo por encima de la voluntad democrática y libre de las agencias de socialización política, entre las que se encuentra el diario El Mundo, impide al redactor del editorial reconocer que lo sucedido en el pasado, por muy torpe e injusto que fuera, no justifica de ningún modo la injusticia y el sectarismo que ejercen en el presente esos medios de comunicación contra el PP.
La caricia del editorialista, sin embargo, no se detiene aquí, sino que estigmatiza todo el pasado del PP respecto a la televisión pública. Sin encomendarse a ningún argumento, y sin aportar más prueba que la “arbitraria opinión” del que escribe, el editorialista de El Mundo le espeta a Rajoy: “La televisión pública es hoy menos sectaria de lo que fue en el pasado.” Fuerte y dura es tal afirmación. El PP debería contestar, aunque sospecho que guardará silencio, porque no querrá abrir, según nos tienen acostumbrados los dirigentes de este partido, un nuevo frente de discusión política. Allá ellos, pero, si no hubiera leído la buena entrevista que El Mundo le hace a Rajoy, uno estaría tentado a decir que con amigos así, como el editorialista de El Mundo, no necesita enemigos.
Pero, independientemente de que el PP muestre las pruebas que hacen a la televisión socialista mucho más grosera y sectaria que la del pasado del PP, cualquier ciudadano decente y lector de El Mundo no debería dejar de preguntarse por la veracidad de la afirmación del diario de Pedro J. Ramírez. ¿Tiene o no razón El Mundo para mantener esa “opinión”? ¿Qué patrón de medida utiliza El Mundo para asegurar que el sectarismo de la TVE de hoy es menor que ayer? ¿Quizá sea porque la televisión pública actual emite un programa de debate político, mientras que la del gobierno del PP guardaba un mutismo absoluto a la hora de debatir sobre política, lo que hace a la nueva etapa más abierta que a la del PP? Quizá.
Pero, aunque imaginemos, que ya es imaginar, que eso fuera verdad, no creo que sea el programa 59”, o sea, la emisión de un programa de “debate político”, que por cierto dista mucho de representar a todos los agentes intelectuales y políticos de nuestra endeble democracia, la prueba para tal afirmación. Pues que igual que una golondrina no hace verano, tampoco creo que un programa como 59” justifique -sea la “razón”- a TVE a no retransmitir ni una sola de las manifestaciones, millones de personas en la calle, que se han llevado a cabo contra la política “antiterrorista” de Zapatero. ¿Cómo puede decirse que la actual TVE no es sectaria si no ha retransmitido jamás uno sólo de los principales acontecimientos democráticos de esta legislatura?
En fin, porque no creo que la existencia del Programa 59” de TVE, ni mucho menos porque a este programa asista regularmente el director de El Mundo, ni tampoco porque en el futuro el productor del citado programa sea una empresa vinculada al diario El mundo, justifiquen la afirmación de que la TVE es hoy menos sectaria que en la época del PP, dejo abierta la pregunta: ¿cuáles son los parámetros de El Mundo para mantener que la TVE del PP fue más sectaria que la del PSOE?