Pese a las manipuladoras "filtraciones" de los últimos días, el informe que los ocho peritos han entregado este miércoles al tribunal del 11-M no aclara qué estalló en los trenes. Lo que sí confirma, para colmo, es la presencia en los restos de los focos de dos componentes propios del Titadyn y la Goma2-EC y ajenos a la Goma2-ECO que fue, según la versión oficial, la única dinamita que suministraron los asturianos a los terroristas.
Si, pese a ello, no se ha podido establecer –ni siquiera descartar– de forma unánime y concluyente qué clase de explosivo fue el que estalló el 11-M es debido, entre otros motivos, a que los peritos del Ministerio del Interior han apuntado la conocida, recurrente y no probada posibilidad de que las muestras se hubieran contaminado, lo que permitiría no tener que descartar taxativamente la utilización de la Goma 2 Eco. Claro que esa posibilidad de contaminación, dicho sea de paso, lo que descartaría en sí mismo es el propio análisis de los restos de los focos como método científico para saber qué es o qué no es lo que estalló.
Al margen de esto, la posibilidad de la contaminación con la que nos han estado bombardeando estos últimos meses conllevaría cuanto menos la negligencia in vigilando de los responsables de las minas y de las fábricas donde supuestamente se habría producido. Sin embargo, lo más delirante es que los peritos de la Policía y la Guardia Civil señalan ahora a que esa contaminación se habría producido mientras eran custodiados por las propias fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado...
En cualquier caso, y al margen de la supuesta contaminación de los explosivos, lo que tiene todavía menos excusa es la contaminación informativa que ha quedado acreditada respecto a lo que "anticipaban" hace bien poco diarios como El País y ABC con titulares como "El informe pericial del 11-M descarta el explosivo de ETA y apunta que fue Goma2".
Si hoy ambos diarios justificaran semejante anticipos denunciando el haber recibido una filtración falsa de lo que venía a decir el informe pericial podríamos acordar que han sido víctimas de una bochornosa manipulación por parte de Interior. Sin embargo, pronto se encargarán de dejar en evidencia que no han sido víctimas de nada.