Las protestas causadas por el recorte de la libertad de expresión proyectada en la Ley de Impulso de la Sociedad de la Información parecían haber hecho rectificar al Gobierno, que el pasado viernes aprobaba en Consejo de Ministros el anteproyecto sin el polémico artículo 17 bis que facultaba a las sociedades gestoras –como la SGAE– a censurar contenidos en Internet.
Pues bien. Según se desprende de las nada sospechosas páginas de El País, todo habría sido una maniobra para acallar temporalmente las protestas y volver, bajo manga, a las andadas. Y es que, según asegura el diario de Prisa, el Ministerio de Industria enviaba este mismo miércoles al Consejo Asesor de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información el anteproyecto en el que se volvía a incluir el liberticida y supuestamente suprimido artículo de marras.
El diario de Prisa asegura que el ministerio que dirige Joan Clos habría enviado de esta manera el documento no para que esas facultades censoras volviesen a ser contempladas, sino para que se realice una reflexión y para que sea sometido a debate. O sea, un incoherente "no pero sí" con el que el Gobierno, en realidad, quiere calibrar el coste político que tendría seguir adelante con sus iniciales y liberticidas pretensiones.
Habrá, pues, que seguir dando la batalla contra esta "patita" que los censores vuelven a enseñar por debajo de la puerta y que esconde una verdadera patada contra el Estado de Derecho y la libertad de expresión.
