En una entrevista concedida al periódico argentino Página 12, Rosa Regàs, directora de la Biblioteca Nacional, dice cosas como las siguientes:
- La oposición no está teniendo una actitud democrática; en este momento está excitando a la gente para que echen a Zapatero de la Moncloa.
- Somos el único país de Europa que no tiene un partido de extrema derecha, porque la extrema derecha y la derecha están en el Partido Popular. El odio que esta extrema derecha tiene al presidente Zapatero no es porque no ha ganado las elecciones, sino porque con todas las leyes sociales, de igualdad, de derechos humanos, está desterrando lo que queda del franquismo en el cuerpo de la sociedad española.
- De Juana Chaos hizo una huelga de hambre, que duró más de cien días, y cuando estaba a punto de morir se lo benefició con la prisión domiciliaria. Entonces, el Partido Popular, que está enfadado por todo, aprovechó la ocasión para montar una manifestación, con la ayuda de la Iglesia Católica, que es la más anticuada de la historia de la humanidad. Y salieron a la calle e hicieron lo que tienen que hacer, lo que hace siempre la extrema derecha: crear la inquietud.
- En Madrid la crispación es muy fuerte. Yo voy por la calle y me escupen, me insultan y me gritan 'roja'. Pero cuando voy a Barcelona, a Sevilla o a Valencia no siento esta crispación. El madrileño es infinitamente más nacionalista que los periféricos, y lo que no ocurre en Madrid, no ocurre en el país. Los insultos y la descalificación suelen estar en la radio de los obispos, COPE, que dan un ejemplo de caridad cristiana inenarrable. En Madrid hubo taxistas que me reconocieron y me han hecho bajar del taxi.
Esta cantiga
de arte menor
es en tu honor;
se te fustiga
–sátira obliga–,
como verás,
por insidiosa,
Rosa
Regás.
Eres arcaica,
eres caduca,
eres farruca
y farisaica.
Piensas, por laica,
que Barrabás
es otra cosa,
Rosa
Regás.
No sé por qué
te hago mi copla,
si me la sopla
tu paripé.
Aunque das pie
a esta y a más,
por mentirosa,
Rosa
Regás
No hay en España
progre tan ñoña
y –ni de coña–
de tu calaña.
Maricastaña
se queda atrás
en lo de añosa,
Rosa
Regàs.
Insoportable
como escritora;
como señora,
ya habrá quién hable...
Desagradable
–por lo demás–
y quejumbrosa,
Rosa
Regàs.
Me regocija
verte tan roja
–qué paradoja–
siendo una pija.
Ay, qué torrija
nos dejarás;
tal es tu prosa,
Rosa
Regàs.