El Barcelona se impuso el sábado al Real Madrid por 73-68 en el clásico número 100; la victoria barcelonista sirve para recortar distancias con el líder de la liga ACB y para afianzar todavía más la moral del conjunto blaugrana. Los de Plaza tenían el recuerdo cercano de la final de la Copa del Rey y las derrotas que, últimamente, han dejado de ser noticia; lejos queda el inicio de temporada de un equipo que era entonces imbatible. Las reiteradas lesiones han roto el sistema de rotaciones del técnico catalán, ahora los minutos no se reparten igual que antes y eso se acaba notando, sobre todo en los finales de partido.
Aunque esta vez el Real Madrid opuso más resistencia que en la final copera, y mantuvo sus posibilidades de victoria hasta casi el final, el equipo catalán controló el encuentro desde el principio hasta el final. Dusko Ivanovic volvió a realizar el mismo planteamiento que hace unas semanas en Málaga, logrando ahogar el ataque madridista, tanto interior como exterior, y consiguiendo anotar en contraataque. El ataque estático fue otra cosa, ambos conjuntos estuvieron demasiado espesos. Louis Bullock sigue en un estado de forma lamentable –quizás motivado por el bajón físico– que empieza a ser preocupante para el cuadro madridista, que necesita de su estrella y primera solución en ataque. Sin Bullock, el ataque merengue suele acabar dependiendo de la noche que tenga Charles Smith, que ayer cumplió el expediente al anotar 13 puntos. Por el lado del Barcelona destacó su capitán, poco acostumbrado a ser la estrella del partido: Rodrigo de la Fuente acabó el encuentro con 15 puntos, encestando tres triples en momentos clave y supliendo a Juan Carlos Navarro esta vez no tuvo su noche de cara al aro, así que se dedicó a hacer jugar al equipo (4 asistencias).
El juego del Winterthur F.C. Barcelona sigue en una línea ascendente, olvidado ya el desastroso inicio de temporada, y acumula una serie de diez victorias en los últimos once partidos. El estado de forma del conjunto culé no puede ser mejor cuando llega el momento de la verdad, mientras que el Madrid, por el contrario, da la sensación de que llegará muy tocado a la lucha por el título, salvo que Joan Plaza sea capaz de volver a mentalizar a su grupo como lo hizo en el comienzo de liga. El martes será un buen momento para ver hasta dónde puede llevar a unos jugadores tocados física y anímicamente; el Real Madrid tendrá que intentar remontar en la Copa ULEB una diferencia de siete puntos contra el Unics Kazan.