Jean-Paul Huchon, presidente socialista de la región Ile-de-France, ha sido condenado a cinco meses de cárcel bajo fianza, 60.000 euros de multa y un año de ilegibilidad por desfalco y comisiones ilegales, con su mujer como cómplice. Son varios los dirigentes socialistas en campaña que han tenido problemas con la Justicia (Ségolène, no): Strauss-Kahn, Jacques Lang, Henri Emmanuelli, Laurent Fabius, etc. El peor de todos, pero no el más tonto, es el actual lugarteniente de Strauss-Kahn, Jean-Christophe Cambadelis, quien aceptó durante años un confortable salario por parte de un miserable negrero, gerente de hogares para inmigrantes, no por trabajar, sino por abandonar una investigación sobre las infrahumanas condiciones de alojamiento en dichos hogares subvencionados.
Casi todos los socialistas están pringados por cuestiones de dinero sucio y comisiones ilegales, lo cual no les impide dar perpetuas lecciones de moral ciudadana y de condena del capitalismo. Los segolenos –esa gripe aviar que se extiende hasta por España– me dirán que lo mismo ocurre en la UMP. Cierto, pero no en la primera fila de colaboradores de la campaña de Sarkozy, ni el propio candidato de la derecha, pese a todas las maniobras sucias intentadas contra él (Clearstream entre ellas). Todos salvo Alain Juppé, pero todo el mundo sabe que se sacrificó en favor de Jacques Chirac, el verdadero culpable. ¿Pero de qué fue declarado culpable? De pagar a 7 o 9 funcionarios del RPR como si fueran empleados municipales, cuando todas las alcaldías de ciudades importantes hacen lo mismo.
La infantilización de la sociedad francesa, que sume a los ciudadanos en un sistema de sumisión-protección, y la toma simbólica del poder virtual por las enanas favorecen la actitud maternal de Ségolène Royal, quien el pasado lunes, y durante dos horas, se lució en la más grotesca de las emisiones de TF1, Tengo una pregunta que hacerle, derrochando demagogia telegénica. ¿Te duele el estómago? Mamá te cura. ¿Estás en paro? Mamá te dará empleo. ¿Tienes problemas familiares? Mamá te los arregla. Y todo igual. Pero gustó, ¿cómo no iba a gustar? Un país de enanos se merece una Reina enana. Y está subiendo en los sondeos, como estaba previsto.
Pero eso no solucionará la crisis del partido socialista. Eric Besson, que había dimitido de sus cargos en la campaña y en el PS, anuncia hoy miércoles, que también se va del partido. Se explicará en una conferencia de prensa. Y Ségolène anunciará este jueves quienes formaran su nuevo comité central de campaña. Seguro que estará compuesto de hadas.