Contemplemos una perla de sabiduría de un experto en ética periodística citado esta semana por el New York Times:
Para la mayor parte de los periodistas, reporteros anónimos que dependen de fuentes anónimas es una señal de alarma. 'Si diseñara un modelo de negocio diseñado para fabricar engaños a gran escala, seria ése', asegura Ralph Whitehead Jr., profesor de periodismo de la Universidad de Massachusetts.
No, no hablaba de los corresponsales locales anónimos que nos informan sobre la guerra de Irak de Associated Press (o del Washington Post, el Los Angeles Times o el New York Times), que confían no ya en fuentes de información sin identificar y poco de fiar, que también, sino incluso en la rumorología. No, no hablaba del corresponsal anónimo identificado solamente como "un empleado iraquí del New York Times procedente de Najaf" en tres noticias esta semana, que citaba a diversos clérigos, ciudadanos y oficiales iraquíes anónimos.
No, el profesor Whitehead hablaba acerca de la rápida y ampliamente desacreditada noticia de Insight sobre el senador Barack Obama, que afirmaba que asistió a una madrassa de niño. La Fox(donde colaboro, ya ve, la transparencia no es tan difícil) ha sido machacada por hacerse eco de esa noticia errónea. El asalto de los medios progresistas continúa a pesar del inmediato reconocimiento del error por parte de la cadena por repetir falsas acusaciones y a pesar del hecho de que la Fox no originó la historia. Al contrario que, digamos, CBS, Dan Rather y los memorandos de la Guardia Nacional falsificados.
Mientras tanto, la CBS tiene en sus manos otra posible controversia que implica a fuentes anónimas pero de la que ni el profesor Whitehead ni el New York Times se molestarán en tratar.
En la página web de izquierdas MediaChannel.org, los hinchas de la corresponsal jefe de la CBS Lara Logan difundieron un correo electrónico que había enviado pidiendo "ayuda". Había presentado una información sobre la reciente acción de las tropas norteamericanas e iraquíes a lo largo de la calle Haifa de Bagdad, pero se quejaba de que "solamente apareció en la página web y no fue emitida en la CBS. Es una noticia que está siendo ampliamente ignorada". La información presentaba a "un residente de la calle Haifa" con la cara tapada que "culpa de la lucha a los Estados Unidos". Un portavoz de la CBS explicó a Broadcasting & Cable que la noticia, que incluía una grabación de cadáveres desperdigados de hombres vestidos con uniforme iraquí, había sido juzgada "demasiado gráfica para la audiencia nocturna de las noticias".
Eso no aplacó a la corresponsal que, convertida en activista, pidió a sus amigos que enviasen a la CBS mensajes de que su noticia no era "demasiado desagradable como para emitirse, sino demasiado importante como para ser ignorada". Logan ha hecho muy buenos trabajos en Irak, pero sus actividades de presión a la cadena fueron consideras excesivas incluso por algunos de sus colegas. "Pienso que lo que sucede dentro de la empresa debe quedarse dentro ", dijo el portavoz de la cadena a Broadcasting & Cable.
Lo que sí merece difusión fuera de la empresa, sin embargo, son las flagrantes omisiones de Logan en su artículo en Internet. Nibras Kazimi, académico del Hudson Institute y blogger, echó un vistazo más cuidadoso a la información de Logan del 18 de enero y reconoció la grabación de baja calidad de los cadáveres supuestamente "obtenida por CBS". Afirma que es idéntica a un video de 8 minutos publicado en Internet el 7 de enero por un brazo propagandístico de Al Qaeda bajo el título "Algunas de las bajas de los herejes en la calle Haifa tras la lucha del domingo 7 de enero del 2007 en Bagdad". De hecho, muchas de las imágenes del vídeo son idénticas.
En aquellos días, observa Kazimi, "el ejército iraquí afirmó que algunos de sus soldados habían sido sitiados en la calle Haifa y abatidos tras agotárseles la munición. Este incidente provocó los combates posteriores allí. Al Qaeda también difundió declaraciones escritas atribuyéndose el mérito de la fase inicial de la lucha... La grabación 'obtenida por CBS' es la misma que la difundida por Al Qaeda. Pero Logan no hace mención ninguna al vídeo de Al Qaeda y no trata las implicaciones de que la grabación que ella utilizó estuviera sacada de un video de Al-Qaeda. Y si no está sacada del vídeo de Al Qaeda, ¿cómo obtuvo ella entonces una grabación idéntica a la utilizada por Al Qaeda? Esto precisa de una explicación."
Pero "el indicador más inculpatorio de incompetencia periodística", escribe Kazimi, es que "Logan no hace ninguna mención a la afiliación de estos insurgentes que luchan en la calle Haifa. Ni siquiera se hace la más remota mención a que Al Qaeda se está llevando el crédito de la lucha allí. Al contrario, la audiencia es manipulada con una acusación genérica por parte de un civil anónimo (que se cubre la cabeza igual que los insurgentes) denunciando a los norteamericanos y a la destrucción que han traído a la calle Haifa."
¿Fue Logan una herramienta voluntaria, o una herramienta ignorante? De cualquiera de las maneras, la noticia es –como ella misma dice– "demasiado importante como para ignorarla".