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Ignacio Villa

Rebozados en su propia miseria

Eso sólo lo puede hacer una persona sin escrúpulos y sin principios; alguien así no puede pedir perdón.

Parecía que habían tocado el fondo de su inmensa bajeza moral, pero no ha sido así. Y por lo que estamos viendo, aún escarbarán un poco más. La operación orquestada desde el Grupo Prisa y el PSOE, tanto monta, monta tanto, contra un discapacitado por las consecuencias de la poliomelitis, acusado del grave pecado de asistir a una manifestación de las víctimas en silla de ruedas, no ha terminado. Es más, según se van sabiendo nuevos datos, los socialistas persisten en su intento de destruir la imagen de las víctimas del terrorismo.

El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, ha dicho este martes que el PSOE no tiene nada que decir en esta polémica y que es el Partido Popular quien tiene que rectificar. Así confirma que la vileza no abandona las filas del PSOE ni sumergiéndola en agua caliente. En la noche del lunes –en el programa La Linterna de Cesar Vidal– la esposa del discapacitado perseguido por esta policía mediática y política explicaba como el equipo de Cuatro le fueron a buscar al bar donde suele tomar el café para asaltarlo finalmente en la calle cuando estaba en compañía de su hijo de dos años. Allí le interrogaron para filmar algunas de las imágenes que luego serían emitidas en el informativo de Iñaki Gabilondo.

Estamos sin ninguna duda ante un nuevo ejemplo del estilo de agitación política que tanto gusta en el PSOE y en Prisa y en el que ya se zambulleron sin sonrojo en los días posteriores al 11 de marzo. Su éxito en esa ocasión les ha llevado a pensar que todo lo que intenten hacer les saldrá  bien, pero su intento de denigrar a un discapacitado no ha tenido la cálida acogida que esperaban, ni siquiera entre sus huestes más sectarias.

¿Quién se inventó esta operación de persecución política y mediática contra un ciudadano discapacitado? ¿Quién dio la orden de realizar el reportaje? ¿Quién dio luz verde para emitirlo? ¿Qué piensa Iñaki Gabilondo de esa funesta información emitida en su informativo? ¿Cómo se le ocurrió a López Garrido salir al día siguiente de la emisión a embestir como un toro en rueda de prensa? ¿Por qué Blanco persistió durante el fin de semana en apuntalar las tesis de Cuatro? Todos ellos deberían pedir disculpas al afectado y a las víctimas del terrorismo. Lo tendría que hacer Prisa, Cuatro, Gabilondo, Blanco y López Garrido. Y los dos últimos, además, deberían abandonar sus cargos políticos por incapacidad moral manifiesta para representar a los ciudadanos.

También es cierto que pedir perdón y dimitir son acciones que realizan las personas normales y no es éste el caso. ¿Qué perdón puede pedir Blanco si, cinco días después de la muerte de Loyola de Palacio, reparte como regalo de Navidad para los periodistas el DVD sobre la tregua trampa del 98 con la imagen de la que fuera dirigente del PP en la carátula junto a Aznar, Cascos o Rato? Eso sólo lo puede hacer una persona sin escrúpulos y sin principios; alguien así no puede pedir perdón. No lo duden, seguirán todos rebozándose en su propia miseria.

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