Sólo hay algo peor que la ignorancia, dijo Goethe: la ignorancia en acción. La política exterior del Gobierno Zapatero es la prueba más palpable de esa ignorancia. La última prueba nos la ha ofrecido el presidente del Gobierno a propósito del Sáhara Occidental.
El 12 de diciembre, con ocasión de un brindis ofrecido a Zapatero por el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, éste dirigió a Zapatero una inusual bronca por la posición del gobierno español actual en el asunto del Sáhara Occidental. En esa ocasión el presidente argelino recordó a Zapatero que España "no puede quedar indiferente ante la suerte del pueblo saharaui" que colonizó de 1885 a 1975 y que nuestro país debería jugar un papel más activo para animar a las dos partes, Marruecos y el Frente Polisario, a acordar las modalidades para proceder al referéndum de autodeterminación.
Zapatero no contestó nada en Argel, y esperó a hacerlo en la conferencia de prensa ofrecida al término del Consejo Europeo de Bruselas del 15 de diciembre. Allí, dijo que "el Sáhara exige un acuerdo entre las partes y la mejor prueba es que no ha habido solución porque no ha habido acuerdo hasta aquí". O sea, que según Zapatero no ha habido acuerdos entre Marruecos y el Frente Polisario y por eso no ha habido solución al conflicto.
Ocurre que, contra lo que el presidente dice, ha habido no uno, sino varios acuerdos. En efecto, hubo un acuerdo entre Marruecos y el Frente Polisario en 1988 en torno a un "Plan de Paz" que fue validado por varias resoluciones del Consejo de Seguridad en 1990 y 1991. Posteriormente, las diferencias surgidas entre ambas partes se solventaron con un nuevo pacto en 1997 (los "acuerdos de Houston") que igualmente fueron aprobados por otra resolución del Consejo de Seguridad. Y, finalmente, en 1999, las dos partes alcanzaron un nuevo acuerdo sobre varios extremos del conflicto que también fue endosado por otra resolución del Consejo de Seguridad.
El problema, por tanto, no es que "no ha habido acuerdo", como dice Zapatero. El problema es que Marruecos no cumple los acuerdos que firma. Algo que el presidente puede haber constatado en materia de emigración: ¿o acaso no hubo en 1992 un acuerdo entre España y Marruecos de repatriación de emigrantes de terceros países que incumple Marruecos diariamente?
El Sáhara Occidental es uno de los asuntos más importantes de la política exterior española. Zapatero lleva casi tres años presidiendo el Gobierno de España. Ha sido varios años jefe de la oposición y fue muchos años más diputado (silente, eso sí). Ha realizado varias visitas a Marruecos y a Argelia. Y en todas ellas ha tenido que tratar del asunto del Sáhara Occidental. Incluso en Madrid se ha entrevistado con el presidente del Frente Polisario. A estas alturas, la ignorancia en un tema tan importante no es excusable. Merecemos un presidente que no sea un ignorante.