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Proceso bloqueado

Mientras ETA exista, Batasuna no condene el terrorismo y Zapatero no derogue la Ley de Partidos será imposible que el Tribuna Supremo pueda hacer la vista gorda permitiendo a Batasuna presentar sus candidaturas.

La negociación entre el Gobierno de Zapatero y la banda terrorista ETA parece totalmente bloqueada. Por un lado, Rodriguez Zapatero no puede cumplir con las condiciones de impunidad comprometidas en las negociaciones que propiciaron el alto el fuego de la banda. El presidente no puede cumplir su palabra por la muy simple razón de que se lo está impidiendo el funcionamiento del Estado de Derecho, a pesar de sus maniobras con la Fiscalía y la creciente presión sobre los jueces. Este incumplimiento ha traído consigo a su vez el incumplimiento por parte de la banda de los términos pactados para el alto el fuego, al menos en lo que se refiere al terrorismo callejero, la extorsión y el aprovisionamiento de armas.

Por otro lado, la oposición firme del PP a cualquier negociación política con los terroristas y el rechazo radical por parte de las victimas a cualquier nueva concesión a sus verdugos está dificultando la disposición inicial de Zapatero de sentarse con Batasuna a hablar sobre la autodeterminación del País Vasco o la anexión de Navarra o sentarse con ETA para negociar una amnistía generalizada. Por su parte, ETA no está dispuesta a sentarse con el Gobierno en una mesa a hablar de su disolución mientras previamente no se haya encauzado la negociación política en la mesa de partidos. El resultado de todo ello es que el proceso se encuentra bloqueado por todos sus lados.

La cuestión más crítica en este momento es la legalización de Batasuna para que pueda concurrir a las próximas elecciones locales. En el País Vasco las elecciones de mayo serán cruciales, puesto que Batasuna se juega no sólo la recuperación del poder en decenas de ayuntamientos sino que están en juego también las todopoderosas Juntas Forales.

Si Zapatero logra legalizar a Batasuna y que concurra en las próximas elecciones, el proceso podrá tener una prórroga. El problema es que mientras ETA exista, Batasuna no condene el terrorismo y Zapatero no derogue la Ley de Partidos será imposible que el Tribuna Supremo pueda hacer la vista gorda permitiendo a Batasuna presentar sus candidaturas. Pero si Batasuna no puede presentarse como tal, esa será la oficialización de la ruptura definitiva del proceso por parte de ETA. Lo que puede suceder a continuación requiere un análisis aparte.

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