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Ceguera voluntaria

Resulta inquietante que tras el robo de las pistolas en Nimes aún no se haya podido identificar y detener a sus autores. Eso significa que hay una parte de ETA descontrolada en Francia.

El Gobierno está justificando la drástica reducción de detenciones de miembros de ETA tanto en España como en Francia durante el actual proceso de negociación con la banda en la imposibilidad de ver al enemigo, dado que ETA no actúa. Esta ausencia de actividad por parte de la banda terrorista justificaría que hayamos pasado de los 130 miembros detenidos en 2005 a tan sólo 51 en el presente año.

La realidad sin embargo parece la contraria a la descrita por el Ministerio del Interior. Desde la declaración del alto el fuego permanente el pasado mes de mayo los terroristas se mueven y actúan más que antes. En el País Vasco, los actos de terrorismo callejero se han multiplicado por tres en el presente año, desde los 72 contabilizados en 2005 hasta los 183 detectados desde la declaración de la supuesta tregua.

En Francia, los servicios antiterroristas galos han puesto de manifiesto que la banda está más activa si cabe que antes de la tregua. El responsable de la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial (SDAT) confirmó esta semana que el robo de 340 pistolas en una armería de Nimes fue obra de un comando etarra y lo enmarcó en un proceso de rearme de la banda. Para la policía francesa, la actividad de ETA en Francia continúa desarrollándose de forma normal, como antes de la declaración del alto el fuego. En 2006 se ha detectado el robo de 49 coches por ETA, de los que 31 fueron sustraídos a partir de la declaración de tregua. Todos esos vehículos, una vez utilizados para traslados de etarras o de material, han sido hallados quemados para destruir pruebas y eliminar huellas.

Frente a este aumento del terrorismo callejero y de la actividad de ETA en Francia, la única operación antiterrorista desarrollada en nuestro país ha sido la que desmanteló el pasado junio una red de extorsión para la financiación de la banda. No obstante, esta operación venía de años atrás y era consecuencia de investigaciones judiciales. A esta operación tan sólo se puede añadir la detención de otros tres etarras: dos vendedores de bonos para financiar a la banda y un terrorista relacionado con el un asesinato perpetrado en 2000. Por el contrario, ente los años 1998 y 1999 se desarticularon 15 comandos de la banda terrorista, incluyendo operaciones tan importantes como la detención durante la misma de "Kantauri", máximo dirigente entonces del aparato militar.

Es evidente que ETA está aprovechando el actual periodo de distensión que propicia el proceso de negociación abierto por Rodríguez Zapatero para recomponer sus maltrechas estructuras y rearmarse. Resulta inquietante que tras el robo de las pistolas en Nimes aún no se haya podido identificar y detener a sus autores. Eso significa que hay una parte de ETA descontrolada en Francia, lo que contradice las palabras del ministro del Interior sobre el seguimiento de los movimientos de la banda terrorista en nuestro país vecino. Este rearme de ETA incrementa de forma sustancial los riesgos potenciales del actual proceso de distensión.

Junto a ello, es un hecho constatable la disminución de la presión policial sobre la banda. La cifra de 16 detenciones de miembros de ETA en España en 2006 contrasta con los 77 capturados en 2005; 79 en 2004; 137 en 2003; 138 en 2002; o un total de 152 en 2001. Parece claro que la explicación de este drástico descenso no es tanto que las Fuerzas de Seguridad no puedan ver a su enemigo, sino que el Gobierno de Zapatero no quiere que lo vean.

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