El pleno de este miércoles en Estrasburgo ya resultaba de por sí lamentable por no ser otra cosa que una cesión a exigencias de los terroristas, pero al celebrarse un día después de que la banda terrorista ETA haya robado casi 400 pistolas en el sur de Francia el espectáculo ha sido, si cabe, aún es más bochornoso. Pero a Zapatero no parece importarle lo más mínimo. Ha apostado tanto por la vía de la rendición que no entra en sus planes dejar una rendija abierta por la que poder rectificar.
Quizá lo más grave es que el presidente del Gobierno haya forzado la máquina hasta el punto de dividir Europa en dos para, al final, no lograr su objetivo de recibir un respaldo internacional a su proceso, teniendo que volver de Estrasburgo con el rabo entre las piernas. El resultado de la votación de la Eurocámara no podía ser más gráfico. Los socialistas han ganado con una magra diferencia de 10 votos. Es más, si tenemos en cuenta también abstenciones como la de Rosa Díez, que se negó a entrar a votar, lo cierto es que la iniciativa socialista ha salido de la Eurocámara con un apoyo inferior a la mitad de los diputados. Tan pequeño ha sido el margen que la imagen ofrecida con ese resultado es la de la división ante el terrorismo; la peor que pueden ofrecer los demócratas, después de la del que se rinde. Una imagen que Europa no debería permitirse, y no ya por ETA, sino por el terrorismo islamista.
Zapatero ha entregado además a ETA otro preciado botín. Los terroristas han campado por sus fueros en el Parlamento europeo; alguno ha entrado en la tribuna de invitados mientras otros han montado un auténtico mitin fuera del recinto con banderas, pancartas y toda la maquinaria de la propaganda. Se les ha dejado coger todo el aire que la lucha contra el terrorismo –esa sí, consensuada– les había hurtado abriéndoles las puertas de Europa, que tenían cerradas por estar incluida Batasuna en la lista de organizaciones terroristas. Una escena deplorable, vergonzosa y humillante para tantas miles de víctimas del terrorismo que, atónitas, observan cómo Zapatero ha cedido una vez más a las pretensiones de los terroristas.
El pleno de este miércoles en Estrasburgo ha sido un triunfo de ETA no sólo por el resultado, sino porque ha demostrado que el Gobierno está entregado a sus exigencias. ETA ha vuelto a Europa gracias a Zapatero. Y es que, ¿para qué ha servido realmente el debate del Parlamento Europeo? Para nada que no sea escenificar la humillación y la derrota.