Miguel Bosé el Libertario, aquella voz que clamó en el desierto cuando el GAL asesinaba y torturaba y enterraba cadáveres en cal viva, nos alerta de que el PP, esa derecha "muy lepenista" desalojada del poder cuando aún resonaban los espantosos bombazos del 11 de Marzo, pretende "dinamitar" la democracia "desde dentro". Se agradece el aviso, sobre todo viniendo de quien viene, nada más y nada menos que Miguel Bosé, que renegó del Don Diablo se ha escapado para erigirse en adalid de la canción protesta cuando vivíamos sometidos a los atropellos del PSOE de Barrionuevo, Roldán, Vera y el silente diputado Zapatero.
Hoy ha sido Miguel Bosé; ayer, Boris Izaguirre y las figurantas de la rosa blanca para las abogadas de los asesinos más sanguinarios de la historia reciente de España; el otro día, Pedro Almodóvar, denunciador de golpismos imaginarios y vocero de golpistas sin tacha (Hugo Chávez).
Machado dejó escrito que, en España, de cada diez cabezas nueve embisten y una piensa. Podría escribirlo de nuevo, hoy, si se ciñera en el conteo a los artistas y sus padrinos. Pero a lo peor volvía a morirse. Del asco.