Recientemente nos preguntábamos quién pagaría la factura boliviana. Era, por desgracia, una pregunta retórica. José Luis Rodríguez Zapatero sólo entiende de rendiciones: ante los terroristas (aquí y en Irak), ante los nacionalistas, ante los sátrapas y ante los ladrones con jersey a rayas.
"El pueblo boliviano va a tener siempre a España a su lado, más allá del conflicto puntual", ha dicho Zapatero. ¿Significa esto que va a plantar cara a quien quiere hundirlo definitivamente en la miseria, a quien quiere transformar su imperfectísima democracia en una cleptocracia sin tacha? No, parecería pero no. Porque quien habla no es Orwell, sino Zapatero, formidable manipulador del lenguaje.
Así que pagaremos bolivianos y españoles, especialmente los primeros. Otra más que puede apuntarse en su hoja de servicios abracadabrante este presidente que nos ha caído en suerte. No sabemos cuánta.