Trataré de explicar por qué me parece muy injusto todo el "show" que se está montando alrededor de Leo Messi y su fingimiento de una dolorosísima lesión tras la aparatosa entrada de Del Horno. Aquello confundió al árbitro (luego ha reconocido que se equivocó al mostrarle cartulina roja directa al defensa del equipo inglés por esa acción) que dejó después con diez jugadores al Chelsea durante los últimos cincuenta y tres minutos. Hay que reconocer que la cabeza de José Mourinho funciona con mucha rapidez. No tengo ninguna duda a propósito de que, finalizado el partido de ida, el entrenador portugués empezó a diseñar la vuelta del Nou Camp. Y se agarró a lo único que se podía agarrar: la expulsión de Del Horno.
En el Chelsea sí que funciona bien eso que dan en llamar "sinergia de grupo". Salió Mourinho hablando del teatro, y ahora acaba de secundarle el capitán del Chelsea. John Terry dice que Messi es un gran jugador "aunque debería tener otra actitud. La entrada de Del Horno fue dura, pero no le hizo daño. Cuando vio que el árbitro había picado se puso a rodar como un tonel". Este Terry, por cierto, es el mismo Terry que, poco antes de disputarse el partido, dijo lo siguiente sobre Ronaldinho: "Sólo se le puede parar a patadas. Es importante dejarle claro en los primeros diez minutos que estás ahí. Entonces, si tienes suerte, procurará mantenerse lejos de ti"... ¡Si lo dice el capitán!... Ahora entiendo que Del Horno, siguiendo las instrucciones del "jefe", se aplicara escrupulosamente en la tarea de dejarle claro a Leo Messi que él estaba ahí.
Es curioso. Del Horno fue expulsado por una entrada merecedora sólo de tarjeta amarilla, pero el árbitro no vio otra escalofriante patada (también sobre Messi) que habría sido merecedora por sí sola de la expulsión directa. En cuanto al "teatro" denunciado por Mourinho hay que decir que, efectivamente, Messi rodó "como un tonel" por el césped. Aunque a continuación convendría aclarar que, consciente de que el árbitro iba a expulsarle, Del Horno también presentó su firme candidatura a los próximos premios "Mayte" de teatro. Messi fingió porque, salvo que me demuestren lo contrario, el noventa y nueve por ciento de los futbolistas profesionales lo hacen. Es un comportamiento que incluso imitan los niños. Quizás Messi decidiera fingir una gravísima lesión para llamar la atención del árbitro tras hacer recibido otra entrada que sí le dolió de verdad. Es la única forma que los buenos futbolistas tienen de protegerse sobre un campo. La única manera de evitar salir en compañía de la Cruz Roja. Aunque probablemente José Mourinho no sepa de qué narices estamos hablando.