Los lectores ya conocen la posición que adoptó Zapatero sobre las reformas de los estatutos de autonomía cuando era el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno. Puesto que nunca facilitó ninguna precisión sobre su proyecto, esa posición se puede identificar con el contenido del proyecto de Reforma del Estatuto de Cataluña, al que dio su aprobación inmediatamente antes de que se aprobara el pasado mes de septiembre en el Parlament.
A este Zapatero, de todos conocido y que con sus posiciones ha creado tanta inquietud en España, lo denominaremos en este escrito “Zapatero C”. Utilizamos esta denominación para distinguir el presente Zapatero de otro Zapatero bastante diferente, que en temas autonómicos existió hace unos años y al que por ser anterior en el tiempo denominaremos “Zapatero B”.
¿Y qué hizo en temas autonómicos el Zapatero B?. Pues bien, lo que los lectores deben saber es que en 1989 el Zapatero B, siendo diputado por la provincia de León, votó en el Congreso de los Diputados en contra de transferir la educación a su propia comunidad, Castilla y León, algo verdaderamente antiautonomista y, especialmente, cuando lo es contra su propia tierra.
Es muy posible que los lectores no se puedan creer que el actual Zapatero C, que propone la reforma de los estatutos de autonomía, que da el visto bueno al proyecto de Reforma aprueba el Parlamento de Cataluña para su Estatuto sea, sin embargo, el mismo Zapatero B que votó en contra de transferir la educación a su propia comunidad autónoma. La verdad es que es difícil que siendo una persona tan joven haya tenido tiempo de hacer en política cosas tan opuestas y contradictorias. Pero es verdad y para que se lo crean voy a darles algunos datos.
Las Cortes de Castilla y León presentaron una Proposición de Ley en el Congreso de Diputados sobre “Transferencia de competencias en materia de educación a la Comunidad Autónoma de Castilla y León (Orgánica)”. Se publicó en Boletín Oficial de Congreso de los Diputados en junio de 1988.
La Proposición de Ley fue debatida en el Pleno del Congreso el 4 de abril de 1989. Según consta en el Diario de Sesiones la votación sobre la toma en consideración de dicha Proposición dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 277; a favor, 121; en contra, 153; abstenciones, 3. En el Registro de Votaciones, que se guarda en el Congreso, consta que votó a favor de la toma en consideración de la Proposición el Grupo Popular y otros grupos. Votó en contra el Grupo Socialista. Ni en las abstenciones ni en los ausentes figura Rodríguez Zapatero, diputado por León en la legislatura 1986-1989. Como puede comprobarse en el Congreso, Rodríguez Zapatero votó, como diputado en el Congreso por León, en el año 1989 en contra incluso de admitir a consideración la propuesta de transferir la educación a su propia comunidad, Castilla y León.
Existe bastante perplejidad en la opinión pública en saber cómo hemos podido llegar, después de veintisiete años de vigencia de la Constitución, a la situación actual en el tema autonómico, un tema que debería estar cerrado hace años pero que sigue abierto y generando mucha preocupación. Probablemente las opuestas actuaciones de Zapatero en 1989 y en los últimos años quizás añadan mas desconcierto a los lectores en un primer momento. Pero la existencia de dos Rodríguez Zapatero, un Zapatero B en 1989 y un Zapatero C en 2004 es un punto de partida que permite avanzar. Partiendo de este tipo de datos podremos llegar a elaborar “hipótesis de trabajo” que permitan entender la evolución de los acontecimientos y que puedan ser de ayuda para entender como hemos llegado en el tema de las autonomías a la situación actual de desequilibrio.
Otro día quizás haya ocasión para explicar porqué he utilizado las letras B y C para distinguir a los dos Rodríguez Zapatero (y no con las letras A y B como habría sido más lógico).