La Asociación Española de Radios Privadas ha enviado una carta al Gobierno catalán exigiendo la devolución inmediata y definitiva de las emisoras que Pujol quiso robar a la COPE y que el TSJC le obligó a restituir, instando además a que se hiciera con la seguridad jurídica necesaria para que un patrimonio como el de la libertad y pluralidad de expresión, propiedad de toda la sociedad, no quede al arbitrio despótico del político de turno. La carta la firman el representante de la SER, Daniel Gavela, el de la COPE, el de Onda Cero y el de Radio Blanca y Kiss FM que es Blas Herrero. Otra carta similar ha sido remitida a Maragall por la Unión Mundial de Radio, instándole a lo mismo.
La respuesta del Gobierno Tripartito no se ha hecho esperar. Si había empezado utilizando de forma desvergonzada un medio de tan dudosa constitucionalidad como el Consejo Audiovisual de Cataluña (que no deja de ser un “tribunal de honor” como los que expresamente prohíbe la Constitución Española de 1978) nada menos que para estudiar si la COPE es constitucional, que hay que echarle bemoles. Si prosiguió con las injurias de Montilla, el ministro regulador, contra un medio de su ámbito de actuación que debería proteger pero contra el que parece dispuesto a emprender algo así como una epopeya de la prevaricación. Si sus sicarios de los medios públicos catalanes han continuado con su campaña típicamente castrista o chavista contra la COPE, como obedeciendo al eslogan “el pogrom és el nostre program”. Si además los sicarios barceloneses de la Prensa escrita (bueno, redactada y con dificultad, su prosa es como su ética) han continuado con el despliegue que no realizaron cuando el hundimiento del Carmelo y el escándalo del 3% instando a los anunciantes catalanes a dejar de serlo (luego se quejarán del boicot a los empresarios que han respaldado abiertamente el Estatuto). En fin, si todo eso era poco, nos enteramos que desde la propia Generalidad se han enviado mensajes por correo electrónico instando a los anunciantes a boicotear a la COPE, que es como amenazarlos si osan anunciarse. ¡Viva Palermo!
Ni en los peores tiempos del Antenicidio o del vídeo contra Pedro Jota los políticos socialistas han usado el poder de forma más abyectamente gangsteril, más abiertamente liberticida. Nunca el periódico de Franco se ha parecido tanto al “Egin”. O al “Avui”, que hace poco también llamaba desde sus páginas al exterminio de los intelectuales que no comulguen con las triples ruedas de molino del Tripartito. No sabemos si Maragall ha encargado ya a la ETA la Consejería de Gobernación que aún formalmente dirige Tura, su presunta heredera, la que dijo que el 14M el Gobierno del PP intentó un golpe de Estado que supuestamente detuvo el Rey. Pero sí sabemos que el que manda en Barcelona es Carod Rovira, alias Rovireche, el que pactó en Perpiñán con la ETA en qué partes de España debe matar todo lo que pueda y en cuáles no. Tampoco hay que olvidar que en el partido de este sujeto figuran terroristas de la supuestamente extinta Terra Lliure que, como nunca se han arrepentido de sus crímenes ni han pedido perdón a las víctimas, quizás deberíamos considerar sólo en tregua táctica. Su jefe político era, según creo, Puigcercós. ¿Estará refundando otro “Comando Madrid”?