Devolvamos un poco de pensamiento al ruido ridículo de Montilla. Tanto he criticado en estas páginas al ministro de Comercio, y hombre todopoderoso del PSC, que me da pereza hacerlo una vez más de modo directo en esta bella página en blanco que me ofrece LD. Pero no tengo más remedio que escribir sobre este sujeto, porque por la vía de la censura y la represión que este hombre ejerce desde su ministerio contra los medios de comunicación más libres de España cualquier día se le ocurre cerrar éste donde yo me expreso y pienso libremente. Sí, amigos, porque cosas peores se han visto, es necesario esforzarse en combatir el veneno de quien está contra la libertad de expresión.
El escupitajo de Montilla a los grandes profesionales de la COPE retrata a este personaje. Odia la libertad de información. Odia a los críticos del poder. Odia, en general, todo lo que él no pueda controlar y castigar. Forma parte de ese amplísimo grupo de políticos profesionales del PSOE sin otro oficio ni beneficio que vivir eternamente de la empresa socialista. Por lo tanto, todo lo que gira en torno a su empresa, llamada PSC o PSOE, no tiene otro sentido que no sea el de su aprovechamiento para engordar la empresa. Nadie pues se engañe con este individuo. Si para él la democracia, o la libertad de opinión e información, no son sino instrumentos para utilizarlas según le venga en gana, nadie espere que le de un respiro a un medio de comunicación libre como es la COPE. Parece que para Montilla un medio de comunicación que no controle o manipule es un medio enemigo. Esa es su única y criminal política en el ministerio de Comercio. Concesión de cadenas de televisión, ataque a Telemadrid con la “Otra” y cien medidas más de este corte probarían fácilmente su absoluta carencia de ética democrática al frente de un ministerio importante.
Montilla es uno de esos personajes grises de los bajos fondos de la política, que van dejando muertos en su camino con el único objetivo de mantenerse siempre en el poder. Es un profesional frío y calculador del poder. ¿Por qué arremete en estos momentos sólo contra la COPE? ¿Acaso no le hace tanto daño El Mundo o La Razón? Sin duda alguna, un tipo de estas características, cuando ha arremetido contra la COPE, no lo ha hecho de paso y como el que no quiere la cosa, sino a conciencia para encrespar, tensar y, en definitiva, movilizar los ánimos no sólo de sus militantes y votantes sino también de sus adversarios. Ha elegido la COPE, porque sabe que es la que más daño le hace. Sencillo.
Por supuesto, los Montillas de la política siempre se reservan para ellos un par de escapatorias, puertas de emergencia, para librarse del fuego que ellos han provocado. Por eso, es menester para desenmascarar a esta gente no ir directamente al bulto de sus insultos, sino pensar lo que pudiera haber detrás de ellos. Pensemos, pues, de modo contra fáctico, o sea, como si Montilla tuviera razón. Es obvio que es una mentira que esté en contradicción la línea editorial de COPE con los valores defendidos por los propietarios de la cadena; pero, insisto, supongamos qué eso fuera verdad. ¿Cuáles serían las repercusiones que pudieran tener sus escupitajos contra los profesionales de la COPE? ¿Significaría eso qué la propiedad de la cadena prescindiría de Federico Jiménez Losantos? Lo dudo.