Las autoridades judiciales iraníes han ordenado a los ISP bloquear el acceso de los súbditos del país a servicios como PersianBlog, Blogger, BlogSky o BlogRolling. Además de prohibir los blogs, han expresado su preocupación por el uso que los iraníes hacen de redes sociales como Orkut o Yahoo Personals impidiendo también su uso. Hay que indicar que Internet es tremendamente popular en Irán. Se estima que el persa es el cuarto idioma más empleado en bitácoras; existen unas 64.000 en ese lenguaje por las 26.000 en español. Son la tercera nación con más usuarios en Orkut, un 7% del total, tras Brasil y Estados Unidos.
El monopolio que el régimen islamista ha mantenido en los medios de comunicación ha impedido que apareciera en ellos las cada vez más necesarias críticas a los ayatolás. Intelectuales, académicos, escritores y periodistas se han visto sin medios con los que expresar sus ideas, dando lugar a cierta apatía que, sin duda, viene muy bien a los intereses del totalitarismo islámico en el poder. Es en este contexto en el que Internet y las bitácoras han cobrado tanta importancia en Irán: son un espacio relativamente libre y seguro donde llevar a cabo el debate político que el cierre de periódicos y partidos de oposición ha impedido que se lleve a cabo por medios más tradicionales. Internet se ha transformado en el talón de Aquiles del control de la dictadura.
Sin embargo, Amnistía Internacional, más preocupada quizá por los videojuegos, aún no ha expresado su rechazo; su página de noticias está encabezada por dos denuncias de Guantánamo. En cambio, la emisora norteamericana para el exterior Voice of America, junto con Radio Farda, llevan más de un año contratando los recursos de Anonymizer para permitir a los iraníes saltarse las restricciones que su gobierno les impone. Todos los días, esas radios comunican a sus oyentes las direcciones de servidores proxy a través de los cuales evadir el control gubernamental. Rutinariamente, el acceso a los mismos es prohibido, lo que obliga a cambiar las direcciones y emitirlas de nuevo por la radio. Por tanto, esta nueva vuelta de tuerca no destruirá la blogosfera iraní, tan sólo hará más difícil el acceso a la misma.
Mientras tanto, los ciber-activistas callan.