Menú
Encarna Jiménez

Antena Rajoy, Canal Zapatero

Sería exagerado decir que había cierta expectación por ver cómo resolvía Antena 3 la papeleta de sacar del “armario” a su jefa de informativos, Gloria Lomana, para entrevistar en dos días consecutivos, y en horario de máxima audiencia, a los candidatos a la presidencia del Gobierno del PSOE y el PP. Lo más seguro es que, excepto los jefes de campaña y unos pocos viciosos de la información política, pocos sintieran el morbo de ver cómo actuaba la cadena en esta circunstancia.
 
Telecinco se había marcado un tanto con Olga Viza y su entrevista en paralelo a Rajoy y Zapatero, Canal + había abierto sus puertas con el debate de los guiñoles, lo que le reportó una audiencia suplementaria que llegó al millón y medio de espectadores y presentaba dos reportajes sobre el perfil de los candidatos de 45 minutos. Con TVE ausente por imperativo legal y falta de iniciativa, estaba por ver cómo actuaba una cadena que, en principio, se sitúa en la estela del Partido Popular y, a veces, en la inopia empresarial.
 
Gloria Lomana, no se sabe si por el estreno o la incomodidad, se enfrentó al líder del PSOE con cierto nerviosismo, fruto de su falta de práctica ante las cámaras, y un cuestionario previsible en el que el terrorismo y la problemática catalana y autonómica en general fueron los temas fundamentales. Por supuesto, Zapatero contestó y se puso a piñón fijo según le convino y la entrevistadora se avino a llenar los minutos sin intentar salirse del papel. Lo único que consiguió fue que Zapatero volviera a decir que no formaría gobierno si no sacaba más votos que el Partido Popular, y arrancarle un listado de ministros como Bono y Miguel Sebastián que quedaban como un brindis al sol tal como están las encuestas.
 
Al día siguiente, y con menos azul en los párpados, Gloria Lomana se encaró con Rajoy con un cuestionario similar: lucha contra ETA, unidad nacional, empleo, vivienda y guerra de Irak. El candidato del PP estaba más acelerado que de costumbre y ella un poco más suelta. No se puede decir que la entrevista no fuera una labor de aliño, pero la situación era más relajada. Es como si jugaran en el mismo campo, aunque no supieran cómo divertir al público.
 
La otra cara de la moneda de esta semana de enfrentamientos en diferido la presentó Canal + con sendos reportajes de tres cuartos de hora en los que se pudo apreciar que, con el mismo esquema: entrevistas con familiares y amigos, seguimiento de un día en la vida de los candidatos en plena campaña y anécdotas “humanas”. El reportaje de Zapatero resultaba más cálido y el de Rajoy menos entusiasta. A pesar de que hay más de un punto de contacto entre los dos candidatos, que pertenecen a familias de similares características, incluso relacionadas de alguna forma por parientes con actividades parecidas, en Zapatero se destacaba su descendencia de republicanos y en Rajoy apareció una fotografía de Franco. Nada que se saliera de un guión en el que había que marcar la diferencia entre derechas e izquierdas, aunque los hermanos de Rajoy tuvieran un aspecto más “progre” y el de Zapatero más formal.
 
Con estos especiales de las cadenas privadas, se ha pasado el ecuador de una campaña en la que estas cadenas privadas han cumplido atendiendo a sus respectivas clientelas y se ha visto que tiene más sentido e intención la política de Canal + que los informativos de Antena 3.

En Sociedad

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura