Pobre Zapatero. Después de tener que ir a San Sebastián a defender lo que trata de derribar en Barcelona, después de comprobar que el Plan Rovireche es peor que el Plan Ibarreche y que Maragall acaba de cargarse el grupo parlamentario socialista en las Cortes, que ha sido algo así como el nicho ecológico en la larga era de su hibernación política, encima, sale Aznar por la tele a decir que han capturado a Sadam Huseein. No es de extrañar que tuviera tan mala cara, que apareciese tan poco iluminado, entre verde y amarillo, como con ictericia informativa. Ya no te puedes fiar de nadie. Al final, cogen a Sadam Hussein como si fuera un etarra cualquiera. Esto no es lo que decía Chirac, que encima dice ahora que se alegra de la captura de su amigo y financiador. ¡Qué peste, la política!
Y pobre Llamazares. Cuando aún no se había repuesto del éxito de la convocatoria de "¡Basta ya!" en San Sebastián, a la que no ha querido asistir porque dice que promueve la división social (él, que no se despegado de la pancarta durante ocho meses y medio), cuando tiene a su Izquierda definitivamente Hundida, con amenazas de escisión por el Sur si no cambia su política del Norte y el Noreste, cuando su maestro y guía Fidel Castro echa a los hoteleros españoles para traer norteamericanos a gestionar el turismo sexual, cuando ha perdido definitivamente las posibilidades de hincar el diente en el presupuesto de la Comunidad de Madrid, cuando en las encuestas dejó de subir y no deja de bajar, cuando Zapatero empieza a hacerle ascos como si no lo conociera, de pronto, zas, sale Aznar por televisión a decir que han capturado a Sadam Hussein. Es terrible. El día menos pensado son capaces de capturar a Ben Laden. ¡Maldita política!