El pasado martes se celebró el día de San Valentín, o Valentina, o Día de los Enamorados, como se le conoce en Cuba. Eduardo Cardet Concepción, un hombre muy amado por su esposa, Yaimaris Vecino, y por sus hijos, no pudo estar con ellos, en su hogar. Cardet se encuentra encarcelado desde el pasado mes de noviembre por declarar algunas verdades -tras la muerte de Fidel Castro- en una entrevista que fue publicada en el extranjero y que las autoridades castristas consideraron ofensiva.
En sus declaraciones Cardet se refirió al siniestro legado de Fidel Castro, algo que se puede corroborar en las mismas palabras del tirano cuando confesó en varias ocasiones que el "proyecto" del socialismo y toda su maraña a la soviética habían "fracasado" en la isla. O sea, que Cardet está preso por reafirmar lo que se ha demostrado con creces, dicho por ellos mismos, incluidas las palabras del mismísimo hacedor del lamentable y oneroso legado y de su hermano Raúl Castro, el continuador nombrado de a dedo.
Eduardo Cardet Concepción nació en Holguín un 25 de octubre de 1968. Es médico y político, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación. Y después de Oswaldo Payá Sardiñas, su principal líder y creador del movimiento, Cardet es el hombre más aborrecido por el régimen. Desde hace décadas es uno de los opositores más importantes a la tiranía comunista, se incorporó al MCL a finales del 2000. Tras el asesinato de Oswaldo Payá Sardiñas en julio del 2012, el MCL reestructuró su cúpula, y Cardet fue nombrado coordinador nacional en noviembre del 2014.
Antes de su nombramiento como coordinador nacional del MCL, de ideología democristiana, Cardet había ocupado diversas responsabilidades dentro de la organización. Siendo miembro del Consejo Coordinador, fue nombrado vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), el 23 de agosto de 2013. Con anterioridad había mantenido una intensa actividad en diferentes iniciativas del MCL destinadas a lograr una transición pacífica en Cuba hacia la democracia. Ha sido gestor del Proyecto Varela, del Proyecto Heredia, El Camino del Pueblo y Un Cubano, un Voto.
Cardet, como dije al inicio casado y con dos hijos, trabajaba antes de ser encarcelado como médico de familia en el centro de salud de la localidad de Velasco (provincia de Holguín), donde reside y donde es muy respetado y querido. Un año antes de su nombramiento como líder del MCL fue expulsado de su trabajo en represalia por su actividad opositora. Sin embargo, las protestas por esta medida de castigo y la presión popular lograron que fuera readmitido.
Debido a su actividad opositora fue detenido en diversas ocasiones. La última vez que fue hecho preso ocurrió el pasado 30 de noviembre de 2016, como ya he explicado, poco después de la muerte de Fidel Castro. El MCL ha denunciado que en esa ocasión sufrió además una fuerte paliza por parte de los esbirros. Los golpes, según las denuncias de la oposición, continuaron en el centro de detención.
Todo parece indicar que la semana próxima se le hará juicio en su pequeño pueblo de Velasco, en lo que intentará ser una especie de escarmiento público para el resto de las personas que allí habitan. Su esposa no ha cesado de denunciar la bajeza con la que se ha ensañado el régimen con ella, sus hijos y su familia: han tratado de desmoralizarla, de humillarla, han apedreado constantemente su casa, la han acorralado –también a los niños– en la calle. Aquí les dejo un resumen actualizado de los hechos.
Eduardo Cardet Concepción necesita ser apoyado por las organizaciones de DDHH internacionales, por la prensa mundial, y por todos los cubanos y hombres y mujeres de bien.
Es un hombre muy amado y admirado por su familia natural y política, lo que el régimen no puede soportar. Reconocido en Europa, adonde viajó, por su forma de hablar, educada, correcta y coherentemente, lo que también incomoda profundamente al régimen. Cardet es sobre todo y por las razones antes expuestas el hombre más temido por el castrismo en estos momentos. Su vida peligra como peligraron las vidas finalmente segadas de Oswaldo Payá Sardiñas, de Laura Pollán, de Orlando Zapata Tamayo y de tantos otros muertos por la libertad de Cuba.
Mientras asesinaban a estas personas, la prensa mundial se entretenía con la bichidisidencia del disintur, esos mequetrefes inventados por la izquierda y por el raulismo light que con sus miserables actitudes y sus mensajes pacotilleros han querido dar a entender que en Cuba ha habido cambios.
No, en Cuba no ha habido cambios. Mientras en las prisiones de la isla haya hombres como Eduardo Cardet Concepción no se puede afirmar tan festivamente, de ninguna manera, de que en Cuba ha habido cambios de ningún tipo. En Cuba no habrá cambios mientras cualquiera de los Castro y sus secuaces continúen en el poder.